La economía estadounidense sigue su buena marcha y, por primera vez en meses, el índice de actividad del sector manufacturero se situó por encima de las expectativas, en 48,4 puntos. Por debajo de 50, se sigue considerando que el sector está en contracción, pero habrá que estar atentos al efecto de las medidas de Trump antes de hablar de final de la crisis. Los servicios, por su parte, siguen registrando buenos resultados, aunque la actividad se ha moderado ligeramente, pues el índice se sitúa en 52,1 frente a 55,7. El esperado informe de empleo se ajustó en líneas generales a las expectativas, con 227.000 nuevos puestos de trabajo creados en noviembre frente a los 220.000 previstos. El único pequeño contratiempo ha sido que los salarios (+4% interanual) han continuado su tendencia al alza a un ritmo más rápido que el objetivo de inflación de la Fed (2%). Con todo, no ha sido suficiente para hacer mella en la confianza de los inversores, el 87% de los cuales cree que la Fed optará por un nuevo recorte de tipos de 25 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria, prevista para el día 18. A su vez, el rendimiento de la deuda estadounidense a 10 años sigue bajando tras alcanzar nuestro punto de inflexión en el 4,46/55%. Las sucesivas rupturas de la media móvil de 20 días, que ahora se sitúa en el 4,32% y luego en el 4,28%, parecen indicar que la tendencia bajista continuará hacia el 3,94%, o incluso a los mínimos de septiembre del 3,60%.
En el resto del mundo, el diferencial entre Francia y Alemania se ha estrechado fuertemente en los últimos días y ahora está poniendo a prueba su antiguo punto de ruptura de alrededor de 80 puntos básicos. El bono alemán a 10 años tanteó sus mínimos de septiembre en el 2,03%, un nivel desde el que ahora está intentando rebotar. Estaremos atentos a una resistencia inicial en torno al 2,13% antes de considerar el 2,25%. Por otra parte, por debajo del 2,03, no hay soporte antes de los mínimos de finales de 2023 (1,90%).