Un año tumultuoso para los mercados financieros está entrando en la recta final, con Gran Bretaña luchando contra una crisis autoinfligida y los mercados volcándose en los datos de empleo de Estados Unidos para determinar el impacto que las subidas de la Fed están teniendo en la economía estadounidense.

Las divisas que caen a mínimos de varios años en Australia y Nueva Zelanda aumentan la presión sobre los responsables políticos de esos países, y los votantes brasileños se dirigen a las urnas en un continente en pleno cambio político.

He aquí un vistazo a la semana que se avecina en los mercados de la mano de Kevin Buckland en Tokio, Ira Iosebashvili en Nueva York, y Dhara Ranasinghe, Marc Jones y Karin Strohecker en Londres. Gráficos de Vincent Flasseur y Sumanta Sen.

1/ ¿KAMI-KWASI?

Cuando el nuevo ministro de Economía británico, Kwasi Kwarteng, hable en la conferencia anual del Partido Conservador, que comienza el domingo, no sólo los fieles del partido lo sintonizarán.

Gran Bretaña está en el centro de una tormenta económica, desencadenada por el plan fiscal de Kwarteng del 23 de septiembre, que asustó a los mercados con sus recortes fiscales sin financiación. La libra esterlina alcanzó mínimos históricos y el aumento de los rendimientos de los bonos obligó al Banco de Inglaterra (BoE) a intervenir para frenar la caída del mercado.

La promesa del BoE de comprar 69.000 millones de dólares en gilts a largo plazo ha calmado los mercados por ahora, pero es demasiado pronto para decir que la derrota ha terminado. Y la compra de bonos en un momento en que el BoE está subiendo los tipos para contener la inflación podría dañar su credibilidad.

El FMI, entre otros, ha sopesado los acontecimientos del Reino Unido y su impacto a nivel mundial. Esto deja el foco de atención en Kwarteng.

2/ TRABAJO

Los datos sobre el empleo en EE.UU. del 7 de octubre mostrarán si el aluvión de subidas de tipos de la Reserva Federal está surtiendo finalmente efecto.

Los datos de empleo anteriores sugerían que la economía estaba zumbando a pesar de varias pruebas de subidas de tipos de gran tamaño, normalmente corroboradas por fuertes lecturas de inflación unas semanas después.

Otro informe de este tipo para septiembre podría ayudar a reforzar los argumentos a favor de un endurecimiento aún mayor del banco central más importante del mundo, lo que podría agitar los mercados, ya magullados por la preocupación de que los tipos se disparen en un intento de frenar la peor inflación de los últimos cuarenta años. A la inversa, los signos de un rápido deterioro del crecimiento del empleo podrían alimentar las preocupaciones de que el agresivo endurecimiento de la Fed esté empujando la economía hacia una recesión.

Los economistas encuestados por Reuters esperan que Estados Unidos haya creado 250.000 empleos el mes pasado.

3/ LA CAÍDA EN LAS ANTÍPODAS

La caída libre de las monedas de las antípodas a mínimos de varios años está acumulando presión sobre los bancos centrales para que apliquen una política más restrictiva.

En el caso del Banco de la Reserva de Australia, las apuestas están al cincuenta por ciento para una subida de medio punto o de un cuarto de punto el martes. Los operadores apuestan plenamente por una nueva subida de tipos de medio punto por parte del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda el miércoles y apuestan 1 entre 5 por una subida de 75 puntos básicos.

Nueva Zelanda fue la primera en salir de los mercados desarrollados hace un año, mientras que Australia ha llevado a cabo una de las campañas más agresivas de su historia.

Pero la aceleración del endurecimiento de las políticas en otros lugares, especialmente en Estados Unidos, ha recortado la ventaja de los rendimientos. Con el australiano y el kiwi hipersensibles a las oscilaciones del sentimiento de riesgo, los responsables políticos pueden tener poca capacidad para detener la caída.

4/ LOS CHICOS DE BRASIL

El ex líder sindical izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se encamina a sustituir al presidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, y parece dispuesto a romper la norma fiscal más importante de la décima economía mundial. Algunos sondeos indican que Lula podría obtener más del 50%, lo que supondría una victoria en la primera vuelta.

Los mercados parecen en gran medida imperturbables por la elección altamente polarizada del domingo, con una perspectiva ecuánime para Brasil, donde la moneda local y el mercado de valores han subido este año en una señal de confianza en que la votación no arruinará el relativo refugio seguro de la mayor economía de América Latina.

Pero la política puede ser febril en la región. Un intento de asesinato en Argentina y brotes de violencia relacionados con las elecciones en Brasil son los últimos signos de la creciente lucha política. Los inversores buscan una transición tranquila mientras Bolsonaro sienta las bases para impugnar una derrota, pero las instituciones brasileñas han cerrado filas para garantizar la integridad del voto.

5/ ATRAPARSE

Los últimos meses han hecho llover aún más dolor sobre los mercados financieros, lo que significa que este año está firmemente encaminado a ser el más doloroso de la historia para cualquiera que tenga la suerte de no haber vivido la Segunda Guerra Mundial, a menos que tenga todas sus fichas puestas en el rey dólar.

Los bancos centrales libres y fáciles se han transformado en máquinas de combatir la inflación. Desde junio se ha recortado otro 5% de las acciones mundiales, el petróleo se ha desplomado más de un 20% y tanto Japón como Gran Bretaña se han visto obligados a intervenir en su moneda o en sus bonos.

No es fácil saber si los próximos meses serán mejores. Aunque hay algunos indicios de que la inflación mundial podría estar tocando techo, los principales bancos centrales parecen atascados en la rueda del hámster de las subidas de tipos. La geopolítica seguirá ocupando un lugar destacado en la agenda, con el Congreso del Partido Comunista de China que se celebrará en octubre, mientras que las amenazas nucleares de Rusia y la anexión del territorio de Ucrania han marcado el inicio de una nueva fase en el conflicto de hace siete meses.