LONDRES, 27 oct (Reuters) -Las dos mayores empresas energéticas de Europa, Shell y TotalEnergies, registraron beneficios de más de 9.000 millones de dólares en el tercer trimestre, aunque la división de gas natural licuado de Shell tuvo dificultades para aprovechar los beneficios de los altos precios del combustible.

Es probable que estos beneficios intensifiquen los llamamientos en Reino Unido y la Unión Europea para que se apliquen más impuestos a las empresas energéticas con el fin de ayudar a los hogares a hacer frente a las facturas de gas y electricidad.

Los precios del gas natural licuado (GNL) se han disparado este año a medida que Moscú recortaba progresivamente el suministro de gas natural por tuberías a Europa, que dependía en gran medida de las importaciones rusas.

Las sanciones occidentales impuestas a Rusia, que figura entre los principales productores de petróleo y gas del mundo, en respuesta a su invasión de Ucrania en febrero, contribuyeron a elevar los precios del gas en Europa hasta un máximo histórico en agosto.

En las últimas semanas han bajado mucho, ya que Europa ha llenado los depósitos de gas y las temperaturas han sido inusualmente moderadas, pero los precios siguen siendo más altos que hace un año.

El mayor operador de GNL del mundo, Shell, perdió parte de los beneficios de la subida de precios tras una caída de la producción por las huelgas en la planta australiana de Prelude. También dijo que sus operaciones se vieron afectadas por "diferencias sustanciales entre el papel y la realidad en un mercado volátil y dislocado".

Su beneficio principal en su unidad de gas integrada descendió casi un 40% respecto al trimestre anterior.

El beneficio global de 9.500 millones de dólares fue ligeramente inferior al récord del trimestre anterior. Aun así, Shell decidió aumentar su dividendo en un 15% mientras se prepara para que Wael Sawan tome el timón de Ben van Beurden el próximo año.

La división de GNL, energías renovables y electricidad de TotalEnergies obtuvo unos beneficios récord de 3.600 millones de dólares en el trimestre, lo que supone un aumento de 1.100 millones de dólares con respecto al segundo trimestre y más del doble que el año pasado, gracias al aumento del 50% de los precios del GNL y a los "sólidos" resultados de su división de comercio de GNL.

Esto se produjo pese a que sus volúmenes de venta de GNL cayeran un 10% en el trimestre, debido a las interrupciones en la gran planta estadounidense de Freeport y en otros lugares. En conjunto, TotalEnergies obtuvo un beneficio trimestral récord de casi 10.000 millones de dólares.

TotalEnergies redujo a más de la mitad (el 4%) su relación entre deuda y capital, o apalancamiento, lo que subraya la solidez de su balance. El apalancamiento de Shell, que va camino de alcanzar un año récord de beneficios, aumentó ligeramente hasta el 20,3%.

A pesar de sus cuantiosos beneficios, las acciones de Shell y de sus homólogas europeas TotalEnergies y BP han obtenido en lo que va de año unos resultados muy inferiores a los de sus grandes competidoras estadounidenses Exxon Mobil y Chevron, cuyos modelos de negocio se inclinan mucho más por los combustibles fósiles que por las energías renovables.

Mientras que las acciones de Shell y BP han ganado alrededor de un 40%, Exxon ha subido un 75% y Chevron más de un 50%.

Las acciones de la noruega Equinor también han subido un 54%, impulsadas por el aumento del precio del gas.

La española Repsol informó el jueves de que en el tercer trimestre duplicó su beneficio hasta los 1.480 millones de euros (1.490 millones de dólares).

(1 dólar estadounidense = 0,9938 euros)

(Información adicional de Benjamin Mallet; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)