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Índice FBX a 27 de agosto
Fuente: Freightos Baltic Index
El gráfico muestra claramente el aumento del precio del flete marítimo a nivel mundial, especialmente en las rutas emblemáticas del sudeste asiático/costa oeste de Estados Unidos y el sudeste asiático/costa este de Estados Unidos. Hasta aquí los datos agregados. Pero buceando bajo la superficie, emerge otro paisaje, mucho más matizado y brillantemente explorado por nuestra colega del Financial Times Claire Jones, en un artículo publicado para Alphaville. Según FBX, el coste medio de una travesía por el Pacífico entre China y EE.UU. es actualmente de 17.507 dólares, lo cual es, por supuesto, extremadamente alto. Pero, en realidad, ahora mismo "es posible llevar un contenedor a través del Pacífico por tan sólo 5.500 dólares o por 20.000 dólares", escribe Jones, que lo califica de "asombroso".
Grietas que se convierten en abismos
Está claro que factores que normalmente no tendrían mucha importancia han pasado a ser mucho más importantes y han provocado una especie de exceso de precios en un sector acostumbrado a una cierta uniformidad de precios. El trabajo de Xeneta, otro proveedor de datos de transporte marítimo, muestra que los desórdenes creados por la pandemia han convertido las pequeñas discrepancias preexistentes en abismos. Por ejemplo, los grandes clientes de los transportistas seguían teniendo, lógicamente, tarifas más bajas que los pequeños. Pero sólo por una pequeña cantidad, alrededor del 5%. "Hoy en día, es más bien una quinta parte", dice Claire Jones. La misma discrepancia existe con los destinos. Al parecer, desembarcar en Canadá es mucho más barato que en Los Ángeles, "donde persisten los retrasos en el amarre". Y salir de China, antes un poco más barato que Japón, es ahora un 40% más barato.
Básicamente, una pequeña empresa que quiera trasladar un solo contenedor de Kobe a Los Ángeles es más probable que pague 20.000 dólares, mientras que una multinacional que mueve muchas mercancías durante todo el año puede acabar con una factura de 5.000 dólares por un envío de Shangai a Seattle.
Desde el punto de vista bursátil, esta situación plantea nuevos interrogantes. Por ejemplo, es posible que algunos de los clientes más grandes del sector del transporte marítimo no experimenten una inflación tan grande en los costes de transporte como se esperaba, mientras que las empresas más pequeñas pueden verse mucho más afectadas. El artículo completo del Finacial Times (FT), está disponible aquí, con una conclusión sensata.
