18 mar (Reuters) -UBS AG estudiaba el sábado la adquisición del atribulado banco suizo Credit Suisse, según fuentes consultadas, lo que podría disipar los temores de que la crisis que atraviesa la entidad pueda desestabilizar el sistema financiero mundial.

Credit Suisse, de 167 años de antigüedad, es la entidad más afectada por la crisis desatada la semana pasada por la quiebra de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, provocando una pérdida generalizada de la confianza de los inversores en todo el mundo.

Los directivos y reguladores bancarios estadounidenses y europeos adoptaron medidas extraordinarias para apuntalar el sector y tratar de restablecer la confianza.

El gobierno de Joe Biden se movilizó para respaldar los depósitos de los consumidores, mientras que el banco central suizo prestó miles de millones a Credit Suisse para estabilizar su tambaleante balance.

UBS estaba siendo presionado por las autoridades helvéticas para llevar a cabo una absorción de su rival local con el fin de controlar la crisis, dijeron dos personas con conocimiento del asunto. El plan podría suponer que el gobierno suizo ofreciera una garantía frente a los riesgos, mientras que el negocio suizo de Credit Suisse podría escindirse.

UBS, Credit Suisse y el regulador financiero suizo FINMA declinaron hacer comentarios.

El Financial Times dijo que UBS, Credit Suisse y los reguladores se apresuraban a cerrar un acuerdo sobre una fusión tan pronto como el sábado por la noche, citando a personas familiarizadas con el asunto.

Las acciones de Credit Suisse han perdido una cuarta parte de su valor en la última semana. Se ha visto obligado a recurrir a 54.000 millones de dólares de financiación del banco central mientras intenta recuperarse de una serie de escándalos que han minado la confianza de inversores y clientes. Se convierte así en el primer gran banco mundial que recurre a un salvavidas de emergencia desde la crisis financiera de 2008.

La entidad figura entre los mayores gestores de patrimonio del mundo y está considerado uno de los 30 bancos mundiales de importancia sistémica cuya quiebra repercutiría en todo el sistema financiero.

Los fundamentos del sector bancario son más sólidos y los vínculos sistémicos mundiales son más débiles que durante la crisis financiera de 2008, escribió Lotfi Karoui, analista de Goldman, en una nota a última hora del viernes dirigida a sus clientes. Esto limita el riesgo de un "círculo vicioso potencial de pérdidas de crédito de contrapartida", señaló.

"Sin embargo, es probable que se necesite una respuesta política más contundente para aportar algo de estabilidad", agregó. El banco afirmó que la falta de claridad sobre el futuro de Credit Suisse presionará al sector bancario europeo en general.

Hubo múltiples informes sobre el interés de otros rivales por el Credit Suisse. Bloomberg dijo que el Deutsche Bank estaba estudiando la posibilidad de comprar algunos activos, mientras que el gigante financiero estadounidense BlackRock negó un informe según el cual estaba participando en una oferta rival por el banco.

La quiebra del SVB, con sede en California, puso de relieve la presión que ejerce sobre el sector bancario la incesante campaña de alzas de tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense y otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo esta semana.

Las quiebras de SVB y Signature son la segunda y tercera más grandes a nivel bancario de la historia de Estados Unidos, por detrás de la desaparición de Washington Mutual durante la crisis financiera mundial de 2008.

Los valores bancarios de todo el mundo han sido vapuleados desde el colapso del SVB, con un desplome del 22% del índice bancario del S&P, sus dos semanas de mayores pérdidas desde que la pandemia sacudió los mercados en marzo de 2020.

Los grandes bancos estadounidenses lanzaron un salvavidas de 30.000 millones de dólares al pequeño prestamista First Republic, mientras que en los últimos días las entidades de Estados Unidos han solicitado a la Fed una cantidad récord de 153.000 millones de dólares en liquidez de emergencia.

Esto refleja "las tensiones de financiación y liquidez de los bancos, impulsadas por el debilitamiento de la confianza de los depositantes", según la agencia de calificación Moody's, que esta semana rebajó a negativa su perspectiva sobre el sistema bancario estadounidense.

Aunque el apoyo de algunos de los principales nombres de la banca estadounidense impidió el desplome de First Republic, los inversores se vieron sorprendidos por las revelaciones sobre su posición de tesorería y la cantidad de liquidez de emergencia que necesitaba.

En Washington, la atención se centró en una mayor supervisión para garantizar que los bancos -y sus ejecutivos- rindan cuentas.

(Reporte de las oficinas de Reuters; escrito por Lincoln Feast y Toby Chopra; editado en español por Carlos Serrano)