La entrega autónoma de última milla ha surgido como un área de interés para las empresas, ya que los consumidores se han aferrado a pedir comidas en línea desde la comodidad de sus hogares, incluso después del levantamiento de los cierres de COVID-19.

Las pruebas con Nuro comenzarán este otoño en Houston (Texas) y Mountain View (California), en el marco de una asociación de 10 años, y la empresa tiene previsto ampliar el servicio a la zona de la bahía.

Uber, que aspira a tener sólo vehículos eléctricos en su plataforma en Estados Unidos, Canadá y Europa para 2030, también ha estado realizando pruebas de reparto autónomo con Serve Robotics, que proporciona máquinas de acera para el reparto, y con la empresa emergente de autoconducción Motional.

Nuro, fundada por antiguos ingenieros principales del proyecto de coches autoconducidos de Google, ya tiene asociaciones con minoristas estadounidenses como Kroger y Walmart, así como con cadenas de restaurantes como Domino's Pizza Inc y Chipotle Mexican Grill Inc.

En la prueba de Uber Eats, los clientes podrán elegir la entrega sin conductor como opción cuando pidan comida y alimentos.

Mientras que el negocio de transporte en coche de Uber se ha recuperado de los mínimos de la pandemia a medida que la gente reanuda los viajes, asiste a eventos sociales y vuelve a las oficinas, su unidad de entrega de comida se enfrenta a los riesgos de la reapertura de restaurantes y al aumento de los costes de los pedidos.