KIEV, 1 dic (Reuters) - El ejército ucraniano dijo el jueves que Rusia retiró algunas tropas de las ciudades en la orilla opuesta del río Dniéper desde la ciudad de Jersón, el primer informe oficial ucraniano de una retirada rusa en lo que ahora es la principal línea del frente en el sur.

El comunicado solo dio detalles limitados y no mencionó que las fuerzas ucranianas hubieran cruzado el Dniéper. Funcionarios ucranianos destacaron también que Rusia intensificó los bombardeos al otro lado del río, dejando de nuevo sin electricidad a Jersón cuando había empezado a restablecerse casi tres semanas después de que las tropas rusas desalojaran la ciudad y huyeran al otro lado del río.

Desde que Rusia abandonó Jersón el mes pasado, nueve meses después del comienzo de su invasión de Ucrania, el río forma ahora todo el tramo sur del frente.

Rusia ya ha dicho a los civiles que abandonen las ciudades situadas en un radio de 15 kilómetros del río y retiró su administración civil de la ciudad ribereña de Nova Kakhovska . Funcionarios ucranianos habían dicho con anterioridad que Moscú retiró parte de su artillería cerca del río a posiciones más seguras, pero hasta ahora no habían dicho que las fuerzas rusas estuvieran abandonando las ciudades.

"Se observa una disminución del número de soldados y equipos militares rusos en el asentamiento de Oleshky", dijo el ejército, refiriéndose a la ciudad frente a Jersón, en el lado más alejado de un puente destruido sobre el Dniéper.

"Las tropas enemigas fueron retiradas de ciertos asentamientos del oblast de Jersón y dispersadas en franjas de bosque a lo largo del tramo de la carretera Oleshky-Hola Prystan", indicó, refiriéndose a un tramo de carretera de 25 kilómetros que atraviesa pueblos ribereños dispersos en bosques en la orilla opuesta a Jersón.

Según afirmó, la mayoría de las tropas rusas en la zona son reservistas recientemente movilizados, lo que sugiere que las tropas profesionales mejor entrenadas de Moscú ya abandonaron el lugar.

Reuters no pudo confirmar de forma independiente el informe.

Por otra parte, Ucrania reforzó el jueves la seguridad en sus misiones diplomáticas en todo el mundo tras la explosión de una bomba postal en su embajada en Madrid, uno de los varios artefactos enviados a objetivos en España, entre ellos al presidente Pedro Sánchez.

CAMPO DE BATALLA

La guerra de Ucrania está entrando en una nueva fase implacable con el inicio del primer invierno boreal desde la invasión rusa del 24 de febrero.

Tras retirarse en el sur en noviembre, Moscú centró su potencia de fuego en una sección de la línea del frente en el este, cerca de la ciudad de Bakhmut, donde se cree que mueren cientos de soldados al día en algunos de los combates más sangrientos del conflicto, con escasas ganancias de territorio para ambos bandos.

Las fuerzas armadas ucranianas informaron de un intenso bombardeo de varias ciudades del frente en la zona.

"Estamos analizando las intenciones de los ocupantes y preparando contramedidas, más duras que las actuales", dijo el presidente Volodímir Zelenski en un discurso televisado por la noche.

Denis Pushilin, jefe de la administración instalada por Rusia en las zonas ocupadas de la provincia de Donetsk, dijo que se esperaba un intercambio de prisioneros a lo largo del jueves, con la liberación de 50 prisioneros cada una de las partes.

No hay conversaciones políticas en curso para poner fin a la guerra, que Rusia lanzó como una "operación militar especial" afirmando que su objetivo era desarmar a su vecino y erradicar a unos líderes que caracteriza como peligrosos nacionalistas. Kiev y Occidente la califican como una apropiación imperialista de tierras que ha acabado con decenas de miles de civiles y soldados de ambos bandos.

Desde principios de octubre, Rusia también ha lanzado casi semanalmente ataques masivos con misiles y aviones no tripulados en toda Ucrania para dejar al país sin suministro eléctrico, agua y calefacción, lo que, según Kiev y Occidente, pretende perjudicar a los civiles y equivale a un crimen de guerra.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, defendió estos ataques el jueves, diciendo que Moscú tenía como objetivo la infraestructura civil de Ucrania para evitar que Kiev importe armas occidentales. No explicó cómo esos ataques podían lograr ese objetivo.

"Desactivamos las instalaciones energéticas (en Ucrania) que les permiten (a Occidente) bombear armas letales a Ucrania para matar a los rusos", dijo Lavrov.

(Reporte de oficinas de Reuters; escrito por Stephen Coates y Peter Graff; editado en español por Carlos Serrano)