Thomas Djiwandono, que dirige las discusiones fiscales entre el equipo económico de Prabowo y el ministerio de Finanzas del gobierno saliente, declaró a Reuters que Prabowo no había fijado ningún objetivo para los niveles de deuda y que se atendría a los límites legales de las métricas fiscales.
La rupia cayó hasta un 0,9% y los rendimientos de los bonos se dispararon el viernes, en parte debido a las preocupaciones fiscales, después de que Bloomberg News informara de que Prabowo quería aumentar progresivamente el ratio deuda/PIB de Indonesia hasta el 50% en su mandato de cinco años, desde menos del 40% actual.
"No estamos hablando en absoluto del objetivo deuda/PIB. No se trata de un plan político formal", declaró Thomas, sobrino del presidente entrante.
Prabowo, que tomará posesión de su cargo en octubre, declaró el mes pasado que Indonesia debería "ser más audaz" a la hora de endeudarse para financiar programas de desarrollo y alcanzar su objetivo de crecimiento económico del 8% para la mayor economía del sudeste asiático, pero también se ha comprometido en repetidas ocasiones a cumplir los límites de déficit presupuestario.
"Es importante señalar que por eso Prabowo y su equipo formal hablan de prudencia fiscal, porque está dentro de esos principios", dijo Thomas. "Todo lo que se refiera a los niveles de deuda o a ir más allá del déficit es ruido".
Las agencias de calificación y los inversores han estado vigilando de cerca la política fiscal de Prabowo, temiendo que los costosos programas que prometió antes de su aplastante victoria en las elecciones de febrero hicieran descarrilar el historial de prudencia fiscal de Indonesia.
Las discusiones entre el equipo de Prabowo y el ministro de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, se han centrado en aumentar los ingresos, revisar el gasto y dejar espacio presupuestario para programas como el de proporcionar comidas gratuitas a los niños, dentro de los límites legales de las finanzas públicas, dijo Thomas, añadiendo que el déficit de 2025 se mantendría por debajo del 3% del PIB.
Tras la crisis financiera asiática de los años 90, Indonesia ordenó que el déficit presupuestario anual no superara el 3% del PIB y puso un tope al endeudamiento del 60%. Esto ha ayudado a Indonesia a construir un sólido historial de gestión fiscal y a ganarse la calificación de grado de inversión por parte de las agencias.
Aunque el ratio de deuda ha aumentado bajo el gobierno del presidente Joko Widodo, sobre todo tras el fuerte gasto realizado durante la pandemia del COVID-19, Sri Mulyani ha intentado reducirlo reduciendo los déficits anuales. El déficit presupuestario del año pasado fue del 1,65% del PIB, el menor en 12 años. (Reportaje de Gayatri Suroyo; Edición de William Mallard)