La detención de miembros de la Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC), entre ellos dos diputados, avivó el temor a una represión de los políticos de la oposición antes de unas elecciones cruciales que se celebrarán este año en una fecha aún por anunciar.

"Esto confirma que la detención fue, en primer lugar, un abuso de proceso", declaró a los periodistas la portavoz de la CCC, Fadzayi Mahere, a la salida del tribunal. "Todo esto demuestra que la paranoia del régimen ha alcanzado su punto álgido y que se dan cuenta de que se enfrentan a la derrota".

El 14 de enero, la policía zimbabuense disparó gases lacrimógenos contra la reunión del partido CCC en Harare y detuvo a sus miembros. Los abogados de los acusados argumentaron que las detenciones fueron ilegales ya que la reunión se celebraba en un espacio privado.

Argumentando en contra de la libertad bajo fianza, los fiscales dijeron que el partido no había solicitado autorización para celebrar la reunión. Las leyes de Zimbabue exigen que los partidos políticos soliciten la aprobación de la policía con dos semanas de antelación antes de celebrar una reunión.

Las detenciones se produjeron tras una oleada de violencia por motivos políticos contra partidarios de la oposición en las zonas rurales de Zimbabue, lo que hizo temer una represión antes de las elecciones presidenciales de este año.

El CCC, liderado por el joven Nelson Chamisa, luchará por segunda vez en los comicios contra el ZANU-PF del presidente Emmerson Mnangagwa.

El partido de la oposición, nacido del antiguo Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), goza de un apoyo urbano masivo y se considera una amenaza para el dominio del poder que ejerce el ZANU-PF desde hace 43 años.