Los arqueólogos han desenterrado un fastuoso complejo de baños privados en Pompeya, lo que pone de relieve la riqueza y la grandeza de la antigua ciudad romana antes de que fuera destruida por el Vesubio en el año 79 d.C., según informaron el viernes.

Los baños, con salas calientes, templadas y frías, podían albergar hasta 30 invitados, permitiéndoles relajarse antes de dirigirse a una sala de banquetes adyacente, de paredes negras, decorada con escenas de la mitología griega.

El complejo de placeres se encuentra dentro de una gran residencia que ha quedado al descubierto en los dos últimos años durante las excavaciones que han revelado la polifacética vida social de la opulenta ciudad antes de que el Vesubio la sepultara bajo un espeso y sofocante manto de ceniza.

Un patio central con una gran pila añade esplendor a la casa, que se cree que fue propiedad de un miembro de la élite pompeyana en sus últimos años.

"Este descubrimiento subraya cómo las casas romanas eran algo más que residencias privadas, eran escenarios de la vida pública y de la autopromoción", declaró Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Zuchtriegel dijo que la disposición recordaba escenas de la novela romana "El Satyricon", donde los banquetes y los baños eran el centro de las exhibiciones de riqueza y estatus.

Decorado con frescos, el complejo se inspira en la cultura griega, haciendo hincapié en los temas del ocio y la erudición.

"El propietario pretendía crear un espectáculo, transformando su casa en un palacio y un gimnasio de estilo griego", explicó Zuchtriegel.

Durante las excavaciones en Pompeya se han encontrado los restos de más de 1.000 víctimas, entre ellas dos cadáveres en el interior de la residencia privada con la casa de baños: una mujer, de entre 35 y 50 años, que llevaba joyas y monedas, y un hombre más joven.

El descubrimiento de sus cuerpos se anunció el año pasado.