Por Stella Yifan Xie en Hong Kong y Jon Emont en Singapur 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

HONG KONG -- Asia está convirtiéndose en el eslabón más débil de la por lo demás sólida recuperación económica mundial, ya que las nuevas restricciones para combatir la pandemia limitan la actividad manufacturera en algunos países y las exportaciones que han alimentado la recuperación china dan muestras de ralentización.

En un continente en el que las campañas de vacunación del Covid van a la zaga de las de Occidente, se marcan nuevos máximos de la pandemia debido a la variante Delta del coronavirus, cuya propagación amenaza con hacer mella en la confianza de los consumidores y erosionar la ventaja manufacturera de muchas economías asiáticas.

Los países del sureste de Asia están entre los más afectados, por lo que han tenido que imponer normas de distancia social y confinamientos tras haber conseguido evitarlas en las primeras fases de la pandemia. La producción de las fábricas de siete naciones del sureste asiático se contrajo al mayor ritmo desde mayo del año pasado y entre los más afectados, según IHS Markit, estuvieron Indonesia y Malasia, que recientemente han visto crecer mucho las infecciones de Covid-19 y los fallecimientos por la enfermedad.

En Occidente, los mayores niveles de vacunación están permitiendo que la actividad económica vuelva a niveles normales. En Estados Unidos, que ha vacunado al 49,6% de su población, la producción económica superó el nivel previo a la pandemia en el segundo trimestre.

Mientras, las fábricas de Europa registraron niveles casi récord de crecimiento de la producción en julio. En la eurozona, donde los países han reducido las restricciones sociales en los últimos meses, las empresas contrataron personal a un ritmo récord en julio, ya que las entradas de nuevos pedidos superaron a la producción en un nivel sin precedentes en los 24 años de sondeos del IHS Markit.

Cerca del 40% de la población de las economías avanzadas tiene ya la pauta completa de vacunación, frente al menos de la mitad de ese porcentaje en los países emergentes, según el Fondo Monetario Internacional. Y en muchos países del sureste asiático, la tasa es aún menor. En torno al 8% de las poblaciones de Indonesia y Filipinas ha recibido la pauta completa de la vacuna, y en Tailandia el porcentaje ronda el 6%.

Y dado que las cadenas de suministro en la región están muy estrechamente integradas, los cierres de fábricas en un país pueden provocar problemas en otros.

"Aunque la amenaza inmediata del virus se reduzca en unos cuantos meses, su impacto económico podría persistir bastante tiempo", comentó el lunes Frederic Neumann, codirector de análisis económico de Asia en HSBC.

--Tom Fairless en Fráncfort y David Harrison en Washington contribuyeron a este artículo

-Escriba a Stella Yifan Xie a stella.xie@wsj.com y Jon Emont a jonathan.emont@wsj.com

Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por CLP

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August 02, 2021 13:04 ET (17:04 GMT)