Los ejecutivos de las empresas de pagos apuntaron el jueves a un mayor margen para la recuperación de los viajes en China, que a principios de este mes reabrió sus fronteras tras abandonar sus estrictas medidas de control COVID-19.

Tras derrochar en vacaciones durante la mayor parte del año pasado, los consumidores han empezado a recortar sus gastos discrecionales a medida que la Reserva Federal endurecía agresivamente su política monetaria, lo que ha hecho temer una recesión y ha provocado despidos masivos.

A medida que los procesadores de pagos se adentren en 2023, también se enfrentarán a duras comparaciones con el año pasado, que registró un fuerte crecimiento, según los analistas.

"Es probable que el impacto del repunte de las transacciones transfronterizas disminuya en el futuro, y esta recuperación podría estar en riesgo a corto plazo si la economía da un giro negativo", afirmó Brett Horn, analista de Morningstar.

"Sin embargo, la reapertura de China debería actuar como un modesto impulso".

Al menos siete corredurías elevaron los precios objetivos (PT) de Mastercard, mientras que seis de ellas subieron los PT de Visa después de que ambas empresas informaran el jueves de unos beneficios trimestrales que superaron con creces las estimaciones de Wall Street.

Las acciones de Visa subieron casi un 3% el viernes, mientras que las de Mastercard subieron casi un 1% en unas operaciones agitadas.

"El gasto de los consumidores se ha mantenido sorprendentemente resistente, pero la reapertura no se ha producido en serio, especialmente en Asia, donde existe una demanda de viajes reprimida tras la reapertura de China", afirmó Paul Golding, analista de Macquarie Group.

Tanto Visa como Mastercard advirtieron de una moderación en la recuperación de los viajes, pero el prestamista de tarjetas de crédito American Express Co dio poco peso a esos temores el viernes, destacando que los clientes de rentas altas, a los que la empresa atiende mayoritariamente, siguen resistiendo bien.