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Materias primas:
Energía: Los precios del petróleo siguieron subiendo, beneficiados por una serie de factores positivos: la caída del dólar, el descenso de los inventarios estadounidenses, la interrupción del suministro estadounidense por un huracán en el Golfo de México y el golpe de Estado en Gabón, miembro de la OPEP. Como resultado, el crudo Brent subió a 88,50 USD el barril, mientras que el WTI estadounidense superó la barrera de los 85 USD por primera vez desde noviembre de 2022. En el sector del gas natural, no cesa el conflicto laboral entre sindicatos y empresas gasistas en Australia. Las huelgas podrían comenzar a principios de septiembre e interrumpir la producción de gas natural licuado. En Europa, el ITF neerlandés subió a 36 EUR/MWh.
Metales: Los precios de los metales industriales siguieron en general una trayectoria alcista la semana pasada en el London Metal Exchange. Esto sugiere que los operadores están acogiendo favorablemente la última ronda de medidas de Pekín destinadas a apuntalar su economía, en particular su alicaído sector inmobiliario. El cobre cotiza en torno a los 8.500 USD por tonelada métrica, el zinc sube hasta los 2.485 USD y el aluminio ronda los 2.240 USD. El oro también gana terreno, a 1945 USD. Es la segunda semana consecutiva que el metal dorado sube gracias a la relajación de los rendimientos de los bonos.
Productos agrícolas: En contraste con los compartimentos de la energía y los metales, los precios de los cereales cayeron la semana pasada en Chicago, con un bushel de maíz cotizando a unos 460 céntimos frente a los 605 céntimos del bushel de trigo.
