El interés de compra se mantiene intacto en los mercados del petróleo, todavía apoyado por un posible embargo de petróleo ruso en Europa, a pesar de la oposición de un puñado de miembros de la UE, como Hungría. Paralelamente, la OPEP+ ha decidido una vez más mantener su hoja de ruta, que consiste en un ligero aumento de la producción, una elección reforzada por los numerosos riesgos que pesan sobre la demanda. Se espera que el cártel ampliado aumente su oferta en 432.000 barriles diarios a partir de junio, un objetivo que es poco probable que se cumpla, ya que la OPEP+ ya tiene dificultades para cumplir sus cuotas de producción. En cuanto a los precios, el crudo Brent cotiza cerca de los 110 dólares por barril, mientras que la referencia estadounidense, el WTI, ronda los 109 dólares.

Una secuencia semanal bajista para los metales industriales, cuyos precios siguen siendo sensibles a los bloqueos relacionados con el coronavirus en China. En este sentido, la fuerte contracción del PMI manufacturero de China en abril reforzó la preocupación por la dinámica de la demanda del mayor consumidor de metales del mundo. En consecuencia, el cobre cotiza a la baja, a 9430 dólares, al igual que el aluminio, a 2830 dólares. El níquel también pierde terreno, a 29930 dólares por tonelada. A pesar del claro aumento de la aversión al riesgo, el precio de la reliquia bárbara lucha por ganar tracción. El precio del oro sigue cotizando por debajo de los 1900 dólares la onza.

Los precios de los cereales se mantienen en general bien orientados. La falta de lluvias en Europa podría repercutir en el desarrollo de los cultivos, en particular del trigo y el maíz. En Chicago, el precio del trigo se ha recuperado hasta los 1110 centavos el bushel. El maíz, por su parte, pierde algo de terreno y se sitúa en 780 céntimos. 

Evolución de los principales índices S&P de las materias primas 
Fuente: MarketScreener