Secuencia semanal bajista para los mercados del petróleo, que siguen evolucionando en función de los acontecimientos en Ucrania. Lo que se sigue de cerca es la evolución de la producción rusa, en un contexto en el que la oferta tiene dificultades para satisfacer la demanda. En este sentido, la rebaja del crecimiento mundial por parte del FMI ha hecho temer un endurecimiento de la demanda de petróleo, lo que explica la relajación de los precios esta semana. El crudo Brent cotiza a unos 102 dólares por barril, frente a los 98 dólares del petróleo estadounidense (WTI).

Los metales preciosos se han visto maltratados esta semana, penalizados por el cambio de tono de la Fed, que ha fortalecido el billete verde y los rendimientos de los bonos, para desgracia de la reliquia bárbara. En una señal de capitulación, el oro se aleja poco a poco de la marca de los 2.000 dólares. Este fuerte descenso también afecta a la plata (que cotiza a 23,75 dólares) y al platino (924 dólares). Cabe señalar que el paladio se mantuvo plano esta semana, un rendimiento superior que está relacionado con el importante peso de Rusia en la producción de este metal, que representa casi un tercio de la oferta mundial. En cuanto a los metales industriales, en general es el momento de respirar con alivio debido a la subida del billete verde. Sólo los precios del níquel (33775 dólares) se mantuvieron relativamente firmes. El cobre ha subido y bajado y cotiza en torno a los 10300 dólares en la LME.

Unas palabras sobre las materias primas agrícolas: los precios de la madera vuelven a superar los 1.000 dólares, con una subida del 15% en cinco días. Los precios de la madera habían caído fuertemente debido al aumento de las existencias y a la disminución de las interrupciones en la cadena de suministro. En Chicago, el trigo y el maíz cedieron algo de terreno y se compran a 1070 y 780 centavos el bushel respectivamente. 

Evolución de los principales índices S&P de las materias primas 
Fuente: MarketScreener