BOA VISTA/BRASILIA, 29 feb (Reuters) - El estado más septentrional de Brasil, Roraima, está sufriendo un fuerte repunte de los incendios forestales, amenazando a la población indígena yanomami y reavivando el temor a una catástrofe en la selva amazónica tras meses de mejora de los datos de deforestación.
En sólo dos meses del año, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) identificó 2.606 incendios en Roraima, frente a los 2.659 de todo 2023.
Sólo en febrero, se registraron al menos 2.002 focos en Roraima, un récord histórico. Desde principios de año, el Estado ha sido responsable del 29,5% de todos los incendios de Brasil, según datos del INPE.
Se han registrado al menos 251 incendios en tierras yanomami, lo que supone un nuevo motivo de sufrimiento para la comunidad indígena, que ya se enfrenta a una crisis humanitaria debido a la presencia de mineros ilegales en sus tierras.
"Desde el año pasado estamos sintiendo este gran cambio. La humedad del aire es muy baja y esto también ha provocado problemas de enfermedades en las familias, especialmente en los niños, y el calor es realmente anormal", dijo a Reuters Tuxaua Cesar da Silva, líder indígena de la comunidad de Tabalascada.
El Gobierno federal de Brasil celebró el jueves reuniones en Boa Vista, la capital del estado, para coordinar una respuesta.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, atribuyó las llamas a una "terrible combinación" de El Niño -un fenómeno climático que debilita las precipitaciones en la región-, así como a los incendios provocados y al cambio climático.
El presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ha conseguido frenar la deforestación galopante que tuvo lugar durante el mandato del expresidente Jair Bolsonaro, y la deforestación amazónica se redujo a la mitad en 2023 respecto al año anterior, hasta alcanzar su nivel más bajo desde 2018.
(Reporte de Bruno Kelly y Ricardo Brito; Redacción de Steven Grattan; Edición en español de Sofía Díaz Pineda)