Wells Fargo informó el viernes de una caída del 48% en el beneficio del segundo trimestre, ya que el banco estadounidense aumentó sus provisiones para pérdidas crediticias debido a que la subida de los tipos de interés frenó su negocio hipotecario.

El cuarto banco de EE.UU. aumentó sus reservas para pérdidas crediticias reservando 580 millones de dólares (la misma cantidad de euros), frente a los 1.260 millones de dólares de reservas en el mismo periodo del año anterior.

En el primer trimestre, la reducción de estas provisiones ayudó a compensar el descenso del negocio hipotecario. Pero en el segundo trimestre, la subida de los tipos de interés frenó aún más la demanda de préstamos para la vivienda, lo que provocó una caída del 53% de los beneficios en este segmento de negocio.

Después de contratar a decenas de miles de personas entre 2018 y 2020 para hacer frente a la oleada de originación de préstamos y refinanciaciones en un entorno de tipos muy bajos, el sector hipotecario estadounidense está reduciendo su plantilla.

JPMorgan y Wells Fargo han comenzado a reducir su tamaño en este ámbito y se espera que esta tendencia continúe en los próximos meses, según los analistas.

La invasión rusa de Ucrania en febrero y el temor a una inminente recesión económica también han supuesto un golpe para los principales bancos estadounidenses, entre ellos Wells Fargo.

Wells Fargo sigue siendo objeto de una estrecha vigilancia por parte de las autoridades federales desde que en 2016 estalló un escándalo en el que se descubrieron millones de cuentas ficticias y técnicas de venta ilegales. En particular, el tamaño de su balance ha sido limitado por la Reserva Federal desde 2018.

En el trimestre abril-junio, Wells Fargo obtuvo un beneficio de 3.100 millones de dólares, o 0,74 dólares por acción, frente a los 6.000 millones de dólares (1,38 dólares por acción) del año anterior.

Los analistas esperaban un beneficio por acción de 0,80 dólares, según datos de Refinitiv.