El medio de comunicación israelí I24 transmite unas palabras bastante tranquilizadoras del inmunólogo Zvika Granot.

El profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén ha elaborado un razonamiento lleno de sentido común y se basa en el análisis de la nueva variante identificada en Sudáfrica hace unos días. Parece que las personas afectadas por la variante mutada Omicron desarrollan formas menos graves de la enfermedad que las afectadas por su cohabitante Delta.

Hablando de convivencia, el médico sugiere que la nueva variante podría sustituir gradualmente a las más peligrosas por su mayor capacidad de transmisión. Es precisamente esta observación la que nos hace pensar que se trata de una buena noticia. Y añade: "A medida que el Coronavirus evolucione, será cada vez menos agresivo".

Si partimos de la base de que el C-19 seguirá existiendo durante muchos años, una variante más contagiosa pero menos virulenta es bienvenida.

Si este escenario se hace realidad en las próximas semanas, sin duda podría tranquilizar a todos los agentes económicos, muy preocupados hasta ahora, al igual que las nuevas restricciones sanitarias puestas en marcha progresivamente en muchos países.