(Corrige en segundo párrafo "incrementando", en vez de "reduciendo")

SÍDNEY, 25 oct (Reuters) -La inflación en Australia fue sorprendentemente fuerte en el tercer trimestre, en medio de una presión generalizada y persistente sobre los costes, un quebradero de cabeza para los responsables de política monetaria que aumentaba considerablemente el riesgo de una subida de los tipos de interés ya el mes que viene.

Los inversores reaccionaban incrementando las probabilidades de que el Banco de la Reserva de Australia (RBA, por sus siglas en inglés) retome el ciclo de endurecimiento en noviembre, tras cuatro pausas en los tipos, y los futuros valoran ahora en un 66% la posibilidad de una subida de un cuarto de punto, hasta el 4,35%, frente al 35% anterior a los datos.

Los datos de la Oficina Australiana de Estadística del miércoles mostraron que el índice de precios al consumo (IPC) subió un 1,2% en el tercer trimestre, por encima de las previsiones del mercado del 1,1% y por encima del aumento del 0,8% del trimestre anterior.

El ritmo anual de la inflación se ralentizó hasta el 5,4%, desde el 6,0%, pero se situó de nuevo por encima de las previsiones del 5,3%. Sólo en septiembre, el IPC subió un 5,6% interanual, frente al 5,2% de agosto.

Una medida muy vigilada de la inflación subyacente, la media recortada, subió un 1,2% en el tercer trimestre, superando las previsiones del 1,1%, lo que supone un motivo de especial preocupación para las autoridades monetarias. El ritmo anual se redujo del 5,9% al 5,2%.

Dos de los cuatro principales bancos australianos --el Commonwealth Bank of Australia y ANZ-- abandonaron el miércoles su opinión sobre la pausa de los tipos. Ambos ven ahora una subida de un cuarto de punto en noviembre.

"Aunque el 4,35% debería marcar el máximo del tipo de interés al contado, existe el riesgo de que se endurezca más allá de esa cifra. La eventual flexibilización sigue estando muy lejos", dijo Adam Boyton, jefe de Economía australiana de ANZ.

Gareth Aird, responsable de economía australiana de CBA, cree que una subida de tipos en noviembre permitiría al RBA mantener su argumento central de que la inflación vuelva a la banda objetivo a finales de 2025.

El dólar australiano subía un 0,5% hasta un máximo de una semana de 0,6385 dólares, y los futuros de los bonos a tres años caían 15 puntos, hasta 95,68, el nivel más bajo desde 2011. Los mercados prevén que los tipos alcancen un máximo del 4,46% a principios del próximo año, frente al 4,35% anterior a la publicación de los datos.

Cualquier subida colocaría al Banco de la Reserva de Australia en la inusual posición de ser uno de los pocos bancos centrales del mundo desarrollado que sigue endureciendo su política monetaria. Los mercados apuestan a que tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo ya han terminado con las subidas.

(Reporte de Stella Qiu y Wayne Cole; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)