E.ON publicó el miércoles unos beneficios del primer trimestre que se mantuvieron más o menos estables en términos interanuales, y añadió que las inversiones aumentaron alrededor de una cuarta parte, ya que el mayor operador europeo de redes energéticas está incrementando masivamente el gasto en redes.

El beneficio básico ajustado (EBITDA) del primer trimestre subió un 1% hasta los 2.745 millones de euros, mientras que el beneficio neto ajustado subió un 2% hasta los 1.047 millones, dijo la compañía, confirmando sus perspectivas para el actual ejercicio.

El grupo dijo que sigue esperando un EBITDA ajustado de 8.800 a 9.000 millones de euros y un beneficio neto ajustado de 2.800 a 3.000 millones.

Según una encuesta facilitada por la empresa, los analistas esperaban por término medio un EBITDA ajustado de 8.900 millones de euros y un beneficio neto ajustado de 2.900 millones.