Hyundai Bioscience anunció el 15 de abril que realizará pruebas clínicas mundiales destinadas a tratar todos los serotipos de la infección por el virus del dengue. Tras el control de la pandemia de COVID-19, un número creciente de personas son diagnosticadas de Dengue, una infección vírica que se propaga a través de los mosquitos. El número de pacientes de Dengue en 2024 asciende a 3,58 millones en las Américas, unas tres veces más que en 2023, mientras que en Tailandia son unos 8.200 y en Malasia 18.000.

Las muertes por dengue han sido 758 en Brasil este año. El número de muertos superó los 1.030 en Bangladesh el año pasado. En este contexto, numerosos países de América y Asia declararon una emergencia de salud pública debido al dengue.

Sin embargo, actualmente no existe tratamiento para el dengue, que se confirmó por primera vez en 1953. Durante los últimos 70 años, el mundo ha fracasado en el desarrollo de fármacos contra el dengue por las dos razones siguientes. En primer lugar, el fármaco debe ser eficaz en los cuatro serotipos del virus del dengue (DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4).

Los cuatro serotipos del dengue son diferentes en sus genomas y pueden mostrar síntomas clínicos distintos tras la infección. Las personas que se recuperan de una infección por un serotipo de Dengue sólo tienen inmunidad contra ese serotipo en concreto, y pueden infectarse por cualquiera de los tres serotipos de Dengue restantes. Y lo que es peor, las infecciones posteriores por dengue tienen un mayor riesgo de derivar en un dengue grave, como el dengue hemorrágico.

En segundo lugar, los antivirales contra el dengue deben administrarse en las primeras fases para hacer frente adecuadamente al virus del dengue. Los síntomas del dengue suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la infección. El virus del dengue alcanza rápidamente su máximo nivel entre 2 y 4 días después de la aparición de los síntomas, causando graves daños celulares junto con complicaciones potenciales como hemorragias y trombocitopenia.

Los síntomas del dengue son similares a los generados por los virus Zika y Chikungunya, transmitidos por mosquitos. Dado que, además de la aparición de los síntomas, se tarda tiempo en diagnosticar la infección por dengue, los pacientes pueden sufrir graves daños celulares incluso después de recibir tratamiento. Por lo tanto, para tratar el dengue y otras enfermedades similares transmitidas por mosquitos es necesario un fármaco antiviral de amplio espectro eficaz contra todos estos virus transmitidos por mosquitos.