Los inversores se preparan para una fuerte ralentización de las ventas trimestrales del sector del lujo, antes de la publicación de los resultados del periodo enero-marzo, en un contexto de atonía de la demanda en China, sobre todo después del repunte de las ventas observado en el primer trimestre de 2023 con el levantamiento por Pekín de las estrictas medidas sanitarias vinculadas al Covid.

LVMH, primer grupo mundial del sector, abrirá el baile el 16 de abril, seguido de sus rivales Kering, Prada y Hermes la semana siguiente. Burberry y Richemont anunciarán sus resultados en mayo.

La temporada de resultados de las empresas de lujo se ha visto ensombrecida por la inesperada advertencia de Kering el mes pasado de que las ventas del primer trimestre iban a caer un 10%, frente al descenso del 3% esperado por los analistas.

Kering atribuyó esta previsión a la caída de las ventas en Asia de su marca estrella, Gucci.

Sin embargo, el anuncio suscitó inquietud por una posible caída en China de otras marcas de moda de gama alta.

Hay "una especie de crisis en marcha, un poco suave. No sabemos muy bien hacia dónde va", afirmó Olivier Abtan, consultor de AlixPartners.

"Todos los motores del crecimiento" están parados desde hace varios trimestres.

Según los analistas de HSBC, los turistas chinos que visitan Hong Kong, Macao y Singapur tampoco parecen ser "de los que gastan".

Las dificultades de Kering en China explican en parte que su valoración bursátil sea inferior a la de sus rivales. Su ratio precio/beneficios es actualmente de 16, frente a los 24 de LVMH y los 51 de Hermes, según datos de LSEG.

Tras la advertencia de beneficios, la cotización de Kering se desplomó un 15%, mientras que la de LVMH cayó un 7%. Hermes, considerada menos vulnerable que sus rivales debido a su clientela más acomodada, perdió un 2%.

Existe incertidumbre sobre si los consumidores recuperarán su apetito por los productos de moda de gama alta a corto plazo, incluso cuando las ventas se comparan con cifras menos impresionantes.

Los analistas de Barclays prevén que el crecimiento anual de las ventas mundiales de artículos de lujo se ralentice hasta situarse en torno al 5%, frente al casi 9% del año pasado y el crecimiento de dos dígitos de los dos años anteriores.

En un contexto de aumento del coste de la vida, los consumidores se han vuelto más selectivos en sus compras de productos de gama alta, lo que ha ampliado la brecha entre las marcas que siguen registrando ventas sólidas, como Louis Vuitton, Chanel y Hermes, y otras como Burberry, que se encuentra en plena renovación.

Algunas marcas se beneficiarán de la situación "más que otras", comentó Caroline Reyl, responsable de marcas premium de Pictet Asset Management. "Lo hemos visto muy claramente en los dos últimos años", añadió.

También se espera que el crecimiento de las ventas se haya ralentizado para los grupos de alto crecimiento, como Prada, cuya marca Miu Miu se ha convertido en imprescindible para los jóvenes consumidores chinos. Según Jefferies, las ventas al por menor de Prada en el periodo enero-marzo habrían aumentado un 9,3%.

En cuanto a LVMH, JPMorgan espera que las ventas se mantengan estables en el primer trimestre, con un crecimiento del 2% para su división de moda y marroquinería -que incluye las marcas Louis Vuitton y Dior-, que registró un crecimiento interanual del 9% en el cuarto trimestre.

Sobre una base orgánica, según los datos citados por UBS, se espera que las ventas de LVMH aumenten un 3% en el primer trimestre, y las de Richemont un 1%. El consenso es que Hermes registre un crecimiento de las ventas del 13% en el periodo, mientras que se prevé que Burberry disminuya un 10%.

(Mimosa Spencer; Jean Terzian, editado por Zhifan Liu)

por Mimosa Spencer