RWE, el mayor productor de electricidad de Alemania, declaró el miércoles que su beneficio básico del primer trimestre cayó más de una cuarta parte, culpando a los menores precios mayoristas de la energía que se comieron los márgenes de las centrales eléctricas de gas de la compañía.

El EBITDA ajustado del periodo fue de 1.710 millones de euros, mientras que el beneficio neto ajustado fue un 39% inferior, de 801 millones, superando en ambos casos los 1.570 millones y los 646 millones previstos de media en una encuesta de consenso facilitada por la empresa.