ESSEN (dpa-AFX) - A pesar del descenso de los beneficios, el grupo energético RWE ha empezado el año mejor de lo que esperaban los analistas. Mientras que la generación de electricidad a partir de energía solar y eólica en el mar y en tierra se comportó mejor que en el mismo periodo del año anterior, la generación flexible lo hizo mucho peor. Esto incluye el negocio con energía hidroeléctrica, biomasa y gas. La empresa, que cotiza en el DAX, también obtuvo resultados ligeramente peores en el comercio de energía. El Consejo de Administración confirmó sus previsiones para el año. El precio de la acción cayó ligeramente en las primeras operaciones.

En el primer trimestre, RWE obtuvo un resultado de explotación antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) de 1.710 millones de euros, más de una cuarta parte menos que un año antes. El beneficio neto ajustado cayó aún más bruscamente, casi un 40%, hasta 801 millones de euros. Sin embargo, según los datos facilitados por la empresa, los analistas esperaban incluso menos.

La producción de electricidad de RWE descendió en total un 9%, hasta algo menos de 34.000 gigavatios hora, con casi una quinta parte más de electricidad procedente de fuentes de energía renovables. Las energías renovables representan ahora el 42% de la producción eléctrica de RWE, mientras que el carbón representa el 28%.

El Director Financiero, Michael Müller, habló en el comunicado de prensa de un buen primer trimestre. Las inversiones están dando sus frutos. La empresa sigue invirtiendo mucho, sobre todo en energías renovables. RWE invirtió un total de casi 2.900 millones de euros en el primer trimestre. Casi dos tercios se destinaron a la expansión de la energía eólica marina y algo menos de un tercio a centrales solares y eólicas terrestres.

Para el conjunto del año, RWE sigue esperando alcanzar el extremo inferior de los rangos de previsión emitidos: Para el beneficio en el negocio diario, se sitúa entre 5.200 y 5.800 millones de euros. En el peor de los casos, esto supondría alrededor de un tercio menos de lo que RWE ganó en 2023. El beneficio neto ajustado se sitúa entre 1.900 y 2.400 millones de euros, lo que supondría un descenso de hasta un 50%. Los precios más bajos de la electricidad, en particular, están ejerciendo presión sobre los beneficios.

Para Alberto Gandolfi, de Goldman Sachs, la previsión meramente confirmada alberga un cierto potencial de oportunidad. Señaló que el beneficio ajustado del grupo ya representa el 42% del objetivo. Elogió las cifras del primer trimestre como "muy sólidas" y se mostró gratamente sorprendido por la deuda neta. Ascendió a 11.200 millones de euros en el primer trimestre./lew/niw/jha/