El presidente electo de Filipinas, Ferdinand Marcos, dio fuertes indicios de que mantendrá la continuidad en la política económica a través de sus elecciones para gobernador del banco central y ministro de finanzas el jueves, al añadir caras conocidas a su gabinete.

Marcos anunció que el jefe del banco central, Benjamin Diokno, se convertirá en su ministro de finanzas cuando tome posesión del cargo el 30 de junio, dejando paso a Felipe Medalla, actual miembro de la junta monetaria, para que asuma el cargo de gobernador del Bangko Sentral ng Pilipinas. Los dos tendrán la tarea de abordar la inflación y el desempleo.

Aun así, Marcos hereda una economía mucho más fuerte que la de la época de su difunto padre, el dictador derrocado en el levantamiento del "poder popular" de 1986, con un stock de deuda en niveles manejables, unas reservas de divisas en máximos históricos y un crecimiento en tasas saludables. "La primera prioridad siempre va a ser la economía", dijo Marcos, de 64 años, en una entrevista con su nuevo secretario de prensa transmitida en su página de Facebook.

"Sigue siendo el empleo, el aumento de los precios de los productos básicos, un poco de alivio para la comunidad empresarial".

Marcos se enfrenta a un delicado acto de equilibrio para garantizar que la recuperación económica se mantenga y que la creciente inflación, impulsada por los aumentos políticamente sensibles de los costes del arroz y el combustible, se mantenga bajo control después de que comience su mandato de seis años.

Reiteró una promesa de campaña de reducir los precios del arroz a más de la mitad, hasta los 20 pesos (0,38 dólares) por kilo, pero dijo que Filipinas, uno de los mayores compradores de arroz del mundo, debe seguir importando para garantizar un suministro interno estable.

El producto interior bruto creció un 8,3% en el primer trimestre con respecto al año anterior, el ritmo más rápido en tres trimestres, pero una subida de los tipos de interés podría pesar sobre el consumo interno, que es el principal motor del crecimiento.

El banco central puso en marcha su ciclo de endurecimiento monetario, este mes, mucho antes de lo previsto, para devolver la inflación a su rango de confort. Diokno dijo el jueves que el banco central está considerando otra subida de tipos de 25 puntos básicos en su reunión de junio.

Marcos ganó las elecciones de este mes por goleada, allanando el camino para que la dinastía política más notoria del país vuelva a gobernar, algo antes inimaginable. Es casi seguro que contará con una supermayoría en el Congreso, lo que podría reducir los obstáculos a su agenda económica.

Los economistas acogieron con gran satisfacción los nombramientos del equipo de Marcos, que también incluía a Manuel Bonoan, jefe de la unidad de peajes del conglomerado San Miguel Corp, como secretario de obras públicas, y a Alfredo Pascual, ex presidente de la Universidad de Filipinas, como su ministro de comercio.

Pascual deberá equilibrar las relaciones económicas con sus principales socios comerciales, China y Estados Unidos, en un momento de creciente competencia regional, en el que la administración Biden busca recuperar el terreno estratégico perdido bajo el mandato de su predecesor, Donald Trump, a través de un nuevo Marco Económico Indo-Pacífico.

Los nombramientos indican una mayor continuidad de Marcos, de quien se espera que amplíe las políticas económicas del popular titular Rodrigo Duterte, incluida una revisión de las infraestructuras multimillonaria y ampliamente retrasada.

(1 dólar = 52,46 pesos filipinos) (Reportaje de Neil Jerome Morales y Enrico dela Cruz; Redacción de Karen Lema; Edición de Martin Petty y Christian Schmollinger)