La empresa Savannah Resources, con sede en Londres, solicitará si es necesario al Gobierno de Portugal que autorice la adquisición obligatoria de terrenos para sus proyectadas minas de litio en el norte del país, según declaró su consejero delegado, Emanuel Proenca, quien añadió que prefiere "acuerdos amistosos".

La empresa necesita unas 840 hectáreas para su proyecto de cuatro minas en la región de Barroso, pero según datos de septiembre de 2023, sólo había adquirido o estaba en proceso de adquirir 93 hectáreas.

Savannah se ha enfrentado a una fuerte oposición al proyecto por parte de los residentes locales y los ecologistas, a través de protestas, impugnaciones legales o simplemente negándose a vender tierras. Los propietarios privados poseen alrededor del 24% de las tierras necesarias, mientras que el 75% son "baldios" tradicionales, o tierras comunes.

Proenca dijo el miércoles en una presentación a inversores que Savannah ha adquirido hasta ahora más de 100 parcelas, aunque no está claro cuántas hectáreas representan.

El director general afirmó que la legislación portuguesa permite otras soluciones en términos de "acceso a la tierra y adquisición obligatoria de terrenos".

"Obviamente somos conscientes de esas soluciones y llegará un momento en que recurramos a ellas... ese momento aún no ha llegado, así que seguimos privilegiando las adquisiciones amistosas y los acuerdos amistosos", dijo Proenca, añadiendo que la relación con la comunidad local estaba mejorando.

La empresa quiere iniciar la producción en 2026, extrayendo litio suficiente cada año para alrededor de medio millón de baterías utilizadas en vehículos eléctricos.

El gobierno podría autorizar una expropiación forzosa por interés público.

Con 60.000 toneladas métricas de reservas conocidas, Portugal es ya el mayor productor europeo de litio para la industria cerámica. La región de Barroso -patrimonio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación- contiene uno de sus yacimientos más ricos en litio.

Proenca dijo que el terreno que necesitaba la empresa era en su mayor parte "bosque de pinos industriales", y añadió: "No afectamos a una sola casa, no tenemos que trasladar a una sola persona".

En febrero, los fiscales pidieron a un juez que anulara un permiso medioambiental para el proyecto, alegando infracciones legales y citando riesgos de que la mina pudiera poner en peligro el yacimiento.

Savannah citó entonces el consejo de sus abogados "de que la demanda carece de fundamento" y no esperaba ningún impacto en sus actividades. (Reportaje de Catarina Demony en Lisboa y Pietro Lombardi en Madrid; Edición de Andrei Khalip y Jan Harvey)