El ejército anunció el domingo que había rescatado a 137 rehenes -76 mujeres y 61 hombres- en el vecino estado de Zamfara, días antes de que venciera el plazo para pagar un rescate de 1.000 millones de nairas (767.000 dólares) por su liberación.

Los estudiantes describieron la marcha a través del bosque durante más de dos semanas en un intento de esconderse de las autoridades, teniendo que dormir bajo los árboles, siendo alimentados con arroz a medio cocer y dándoles sólo agua sucia para beber.

"Incluso los bandidos estaban hambrientos", dijo Amina Alhassan, una de las estudiantes secuestradas, hablando a través de la ventanilla de un autobús mientras llegaba a Kuriga.

"Usábamos nuestros pañuelos sucios como compresas... llorábamos y rezábamos todos los días".

Tanko Musa, uno de los estudiantes liberados, dijo que los secuestradores les dijeron que el gobierno había pagado el rescate y que por ello podrían ser liberados.

"No sabemos cuánto se pagó, pero dijeron que el gobierno les había pagado", afirmó.

A principios de esta semana, el ministro de Información, Mohammed Idris, afirmó que no se había pagado ningún rescate.

Una fuente de seguridad dijo haber visto 14 bolsas negras, que supuso contenían el dinero del rescate, siendo entregadas en una zona del estado de Zamfara donde los estudiantes fueron retenidos tras su secuestro el 7 de marzo.

Padres aliviados se agolpaban alrededor de los autobuses para echar un vistazo a los niños que creían haber perdido.

"No teníamos ninguna esperanza de volver a ver a nuestros hijos", dijo Yunusa Musa, cuyos dos hijos, Hafsatu, de 19 años, y Zaituna, de 16, estaban entre los secuestrados.

Yunusa pidió al gobierno nigeriano que desplegara soldados en el pueblo y sus alrededores para permitir a los aldeanos cultivar las tierras que tuvieron que abandonar a causa de la inseguridad rampante.

Los secuestros en las escuelas nigerianas fueron llevados a cabo por primera vez por el grupo yihadista Boko Haram, que hace una década secuestró a 276 estudiantes de una escuela de niñas en Chibok, en el estado nororiental de Borno. Algunas de ellas nunca regresaron.

Pero desde entonces, bandas criminales sin afiliación ideológica han adoptado la táctica para obtener dinero por el rescate.

Los secuestros se han convertido en un hecho casi diario, especialmente en el norte de Nigeria, desgarrando a familias y comunidades que deben reunir sus ahorros para pagar los rescates.

Ni el portavoz de la presidencia nigeriana, Ajuri Ngelale, ni el ministro de Información, Mohammed Idris, respondieron a las peticiones de comentarios sobre si se había pagado un rescate en este caso.

(1 dólar = 1.303,3400 nairas)