El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, renovó el jueves sus llamamientos al Banco Central para que baje los tipos de interés, después de que la autoridad monetaria decidiera mantenerlos en máximos de seis años en un intento por controlar la inflación.

La última decisión del banco se produjo el miércoles, cuando mantuvo el tipo Selic local en el 13,75% por séptima reunión consecutiva, pero adoptó un tono más pesimista sobre las medidas futuras al excluir de su comunicado la posibilidad de próximas subidas de tipos.

Lula, que ha sido un firme crítico del banco central independiente desde que asumió el cargo en enero, volvió a decir que era "irracional" que la institución mantuviera los tipos a ese nivel mientras la inflación a 12 meses se sitúa en torno al 4%.

"Creo que este individuo ha estado actuando en contra de la economía brasileña", dijo Lula a la prensa durante un viaje a Italia, refiriéndose probablemente al gobernador del banco central, Roberto Campos Neto, que permanecerá en el cargo hasta 2024. Neto fue un designado del ex presidente Jair Bolsonaro.

Los llamamientos al banco para que recorte los tipos cobraron impulso después de que la inflación a 12 meses alcanzara en mayo su nivel más bajo en más de dos años y de que los economistas privados empezaran a reducir las expectativas de inflación a largo plazo.

Sin embargo, se espera un repunte a partir de julio debido a efectos de base desfavorables, y el banco central dijo que el escenario exige paciencia en la conducción de la política monetaria.

"No hay ninguna razón aceptable para que los tipos se sitúen en el 13,75%, ya que no tenemos una inflación impulsada por la demanda en Brasil", dijo el líder izquierdista, señalando que los empresarios también se han unido a sus llamamientos para que se reduzcan los costes de los préstamos.

Entre ellos se encuentran el presidente del gigante minorista Magazine Luiza y el jefe del grupo industrial FIESP. Otros grupos como la federación de la industria de Río de Janeiro FIRJAN y la asociación inmobiliaria ABRAINC también criticaron la decisión del banco del miércoles.

"No es el gobierno el que lucha contra el banco central", dijo Lula. "Es la sociedad brasileña la que lucha contra el banco central". (Reportaje de Gabriel Araujo; Edición de Kim Coghill)