La semana pasada, el yen había registrado su mayor subida semanal en más de 17 meses, después de que dos presuntas intervenciones del gobierno japonés alejaran a la divisa del mínimo de 34 años de 160,245 por dólar.
El lunes, el yen se debilitó un 0,43% hasta 153,62 por dólar en las primeras operaciones, tras haber tocado el viernes un máximo de tres semanas de 151,86, ya que el dólar perdió terreno adicional tras los datos de empleo.
Los mercados de China continental estuvieron cerrados tres días la semana pasada. Pero el yuan offshore había subido por el amplio retroceso del dólar después de que los datos mostraran un enfriamiento del mercado laboral estadounidense, de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, confirmara el sesgo expansivo del banco central y de que Japón interviniera para impulsar al yen al alza.
El yuan offshore cotizaba por última vez a 7,1959 por dólar y ganó más de un 1% la semana pasada.
Japón está cerrado por festivo el lunes, al igual que Gran Bretaña, lo que probablemente se traduzca en menores volúmenes. Pero dado que las autoridades japonesas eligieron los periodos de calma de la semana pasada para intervenir en el mercado del yen, los operadores estarán en alerta máxima durante todo el día.
Se estima que los más de 9 billones de yenes que el Banco de Japón gastó la semana pasada para apuntalar el frágil yen sólo le han servido para ganar algo de tiempo, según los analistas, ya que el mercado sigue considerando que la divisa está en venta.
El informe semanal de compromisos de los operadores de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas mostró que los operadores no comerciales, una categoría que incluye las operaciones especulativas y los fondos de cobertura, redujeron sus posiciones cortas en yenes a 168.388 contratos de futuros en la semana finalizada el 30 de abril, todavía cerca de sus mayores posiciones bajistas desde 2007.
Aunque Japón tiene claramente capacidad para intervenir más, el entorno macroeconómico general sigue siendo bastante negativo para el yen, según los estrategas de Goldman Sachs, que señalan que el "éxito" de la intervención sólo puede llegar hasta cierto punto.
"Pero, ganar tiempo sigue siendo valioso, ya que reduce el potencial de perturbaciones económicas derivadas del ajuste del tipo de cambio y podría estabilizar la divisa hasta que el telón de fondo económico se vuelva más favorable para el yen", señalaron en una nota.
SENDA DE LA FED
Los datos del viernes mostraron que el crecimiento del empleo en EE.UU. se ralentizó más de lo esperado en abril y que el aumento de los salarios anuales cayó por debajo del 4,0% por primera vez en casi tres años, mientras que los signos de enfriamiento del mercado laboral aumentaron el optimismo de que el banco central estadounidense podría diseñar un "aterrizaje suave" para la economía.
Los mercados están valorando ahora 45 puntos básicos de recortes este año, con un recorte de tipos en noviembre totalmente descontado.
La Reserva Federal mantuvo estables los tipos de interés al término de su reunión de política monetaria de dos días, tal y como se esperaba, pero señaló que seguía inclinándose por eventuales recortes de los tipos, aunque éstos puedan tardar más en llegar de lo previsto inicialmente.
"Aunque es probable que la inflación se mantenga este año más cerca del 3% que del 2%, proyectamos un enfriamiento de la inflación suficiente para cumplir el listón de la Fed para un recorte de tipos en verano", señalaron los estrategas de Citi en una nota.
"El caso para los recortes será mucho más fuerte si estamos en lo cierto en que los empleos más suaves de abril son una señal de un mayor debilitamiento por venir".
El índice del dólar, que mide la divisa estadounidense frente a seis rivales, se situó en 105,12, tras haber tocado el viernes un mínimo de tres semanas de 104,52.
El euro subía un 0,07%, a 1,0765 dólares, mientras que la libra esterlina cotizaba a 1,2547 dólares, un 0,02% más que el día anterior.
