TOKIO, 22 mar (Reuters) - La inflación subyacente de Japón se aceleró en febrero a medida que se disipó el efecto de los subsidios gubernamentales a los combustibles, indicaron el viernes datos oficiales, una señal de que la economía está manteniendo el crecimiento de precios de manera sostenible en torno al objetivo del 2% del banco central.

Pero un índice que elimina el efecto del combustible, seguido de cerca por el Banco de Japón (BoJ) como un indicador de tendencias más amplias de los precios, se desaceleró en el año transcurrido hasta febrero, poniendo de relieve la incertidumbre sobre qué tan pronto el banco central volverá a subir las tasas de interés.

Los mercados están buscando pistas sobre cuándo volverá a subir las tasas el BoJ después de su decisión del martes de abandonar su radical programa de estímulos, en un alejamiento histórico de centrarse en reactivar el crecimiento mediante una marcada flexibilización monetaria.

El índice de precios al consumidor (IPC) subyacente a nivel nacional, que excluye los alimentos frescos pero incluye productos energéticos, aumentó un 2,8% en febrero respecto al año anterior, según mostraron los datos del Gobierno, acelerándose desde un alza del 2,0% en enero. La lectura se compara con una previsión media del mercado de un incremento del 2,8%.

El llamado índice "doble subyacente", que excluye los costos de alimentos frescos y la energía, subió un 3,2% en febrero respecto al año anterior, después de ganar un 3,5% en enero, según mostraron los datos. Se trató del aumento interanual más lento desde enero de 2023.

La inflación subyacente al consumidor ha superado el objetivo del 2% del BoJ desde abril de 2022, impulsada inicialmente por una ola de aumentos de precios por parte de empresas que trasladaron las alzas de los costos de las materias primas a los hogares.

El banco central dijo que su decisión de poner fin a las tasas negativas del martes fue impulsada por señales de que una demanda robusta y las perspectivas de salarios más altos estaban empujando a las empresas a seguir subiendo los precios no sólo de los bienes sino también de los servicios.

El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo el martes que el banco central podría volver a subir las tasas si la inflación supera las expectativas o si los riesgos al alza para las perspectivas de precios aumentan significativamente.

La economía de Japón se expandió un 0,4% anualizado en el último trimestre del año pasado, evitando por poco una recesión técnica, ya que el sólido gasto de capital compensó las debilidades en el consumo.

Pero el BoJ revisó a la baja su evaluación económica el martes y advirtió sobre señales débiles en el consumo y la producción, arrojando dudas sobre la fortaleza de la recuperación de Japón.

(Reporte de Leika Kihara. Editado en español por Marion Giraldo)