AC (AC) - CBR (FLOOR)/C1 La finlandesa Wartsila ya fabrica motores de doble combustible para buques que pueden funcionar tanto con gasóleo como con metanol. El objetivo de la colaboración con la brasileña Raizen es probar el etanol como combustible alternativo en esos motores.
La industria del transporte marítimo busca reducir su importante huella de dióxido de carbono. Ha fijado objetivos para reducir las emisiones de carbono en un 40% para 2030 y en un 70% para 2050. Hasta ahora, sólo unos pocos buques disponen de motores que puedan funcionar con otro combustible que no sea el derivado del petróleo.
Stefan Nysjo, vicepresidente de suministros de energía de Wartsila, dijo que el metanol y el etanol son similares y que el acuerdo con Raizen es una oportunidad para ampliar los conocimientos sobre posibles combustibles bajos en carbono para la industria naval.
Raizen suministrará etanol de primera y segunda generación a la investigación, además de asignar un equipo para trabajar con los investigadores de Wartsila.
La empresa brasileña dijo que cree que su etanol podría reducir las emisiones de carbono hasta en un 80%.
Existen divergencias en las investigaciones realizadas en todo el mundo sobre el potencial del etanol para reducir las emisiones.
El etanol de primera generación es el que se produce a partir de la caña de azúcar o de cereales como el maíz o el trigo, mientras que el de segunda generación (2G) se produce a partir de residuos vegetales y puede ser carbono negativo.
Raizen inició este mes la producción en su segunda planta de etanol de 2G en Brasil, donde invirtió 1.200 millones de reales (238 millones de dólares).
Paulo Neves, vicepresidente comercial de Raizen, dijo que la empresa terminará otras dos plantas de etanol 2G en 2024 y otras dos en 2025.
"Hoy suministramos etanol a más de 40 países, de forma muy competitiva. Esto demuestra que el combustible está disponible", afirmó.
(1 dólar = 5,0386 reales) (Reportaje de Marcelo Teixeira Edición de Bill Berkrot)
