El gobierno polaco adoptó el martes una revisión de su plan para aprovechar los fondos de recuperación de la Unión Europea, cambiando algunas de las propuestas del gabinete anterior para poder utilizar la mayor parte del dinero en el plazo disponible.

En el marco del Plan de Recuperación Nacional para ayudar a los países de la UE a recuperarse de la pandemia del COVID-19 y con la transición energética, Polonia obtuvo acceso a casi 60.000 millones de euros, compuestos por 25.300 millones en subvenciones y 34.500 millones en préstamos baratos.

Las disputas sobre el estado de derecho entre el anterior gobierno nacionalista y Bruselas provocaron la congelación de los fondos. Se han liberado este año tras la llegada al poder del gobierno proeuropeo de Donald Tusk, pero ahora dispone de menos tiempo para gastar el dinero.

Los cambios introducidos en el plan afectan a una cuarta parte de las 55 reformas previstas y a casi la mitad de las inversiones, e incluyen la sustitución de un impuesto previsto sobre los vehículos de motor de combustión por subvenciones para la compra de coches eléctricos, así como la asignación de fondos adicionales a la seguridad alimentaria y la agricultura, según informó el ministerio polaco de Fondos de Desarrollo en un comunicado de prensa.

El gobierno enviará el plan revisado a Bruselas, que dispondrá de dos meses para una evaluación formal, y espera la aprobación de la decisión de aplicación modificada por parte del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (ECOFIN) de la UE el 16 de julio.

Espera que a finales de julio o principios de agosto se adjunten los acuerdos de financiación y préstamo con la Comisión Europea, necesarios para que Polonia realice nuevas solicitudes de pago.

Polonia tiene previsto presentar su segunda y tercera solicitud de fondos de la UE a principios de septiembre y espera recibir el reembolso a finales de 2024, según el comunicado del ministerio.