En sus orígenes, Cintas era una empresa familiar. Los granjeros dirigían un pequeño negocio con 12 empleados que recogían trapos viejos de las fábricas, los lavaban y los vendían a las empresas. Cuando la empresa pasó a manos del hijo, Richard Farmer, en 1968, las cosas cambiaron y se expandieron gradualmente. Richard había trabajado con sus padres desde la infancia. Su talento empresarial, sus ideas para el desarrollo y el enorme mercado, aún desatendido en aquella época, convertirían rápidamente a Cintas en un éxito. Richard Farmer permaneció al frente de la empresa hasta 2003.

Hoy,Cintas es un grupo valorado en 67.000 millones de dólares en Wall Street. La empresa genera la mayor parte de sus ventas (78%) proporcionando a cerca de 1 millón de empresas servicios de alquiler de uniformes y diversos accesorios (alfombras, fregonas, chaquetas, zapatos, soluciones higiénicas, productos de limpieza y químicos). Cintas también suministra soluciones de primeros auxilios y seguridad (11% de las ventas), incluidos desfibriladores portátiles (DEA), estaciones lavaojos, etc. El resto (11%) está relacionado con la protección contra incendios a través del mantenimiento e inspección de sistemas de rociadores, alarmas y señalización de emergencia (7%) y venta directa de uniformes (4%).

Algunos datos sobre Cintas (fuente: Cintas Investor Relations)

Cintas se dirige a un enorme mercado estimado en 45.000 millones de dólares. La empresa tiene una cuota de mercado de alrededor del 15%, muy por delante de empresas como Vestis, UniFirst y Alsco (que no cotiza en bolsa). Esta posición dominante se ve reforzada por el hecho de que Cintas es la fuerza motriz del sector. La empresa crece mucho más rápido que sus homólogas, es mucho más rentable y dispone de mayores recursos financieros para establecer su estrategia.

Y hablemos de esa estrategia. Cintas ha crecido diversificando sus actividades, racionalizando sus costes laborales para controlar la trayectoria de sus márgenes y optimizando sus rutas de recogida/entrega. Este último punto es, sin duda, el más central. La cobertura territorial de Cintas es colosal. La compañía cuenta con 473 instalaciones en 338 poblaciones y 20.900 vehículos para prestar servicios de alquiler a sus clientes. Este dominio, unido a la calidad de su servicio, otorga a Cintas un cierto margen de maniobra a la hora de fijar sus tarifas. Por regla general, los clientes corporativos reaccionan favorablemente a los aumentos de precios, que no tienen un impacto significativo en sus finanzas.

El crecimiento de Cintas es principalmente orgánico. Objetivamente, las adquisiciones son bastante regulares (Sitex y Paris Uniform Services este año). Pero el mercado está muy fragmentado y el 74% de él está formado por pequeñas empresas. Por consiguiente, desde un punto de vista relativo, las adquisiciones sólo representan una pequeña parte del crecimiento. Se espera que Sitex y Paris Uniform Services aporten al grupo unas ventas combinadas inferiores a 20 millones de dólares. Sin embargo, en 2017 se produjo una adquisición importante. Cintas adquirió G&K Services, el cuarto mayor actor del mercado.

Este férreo control del crecimiento nos ha permitido publicar unas cuentas a medida. Es cierto que los ingresos solo han aumentado en un múltiplo de 1,9 entre 2014 y 2023, de 4.500 a 8.800 millones de dólares. Sin embargo, al mismo tiempo, los márgenes se han disparado (el beneficio operativo ha pasado del 13,4% al 20,4% de las ventas en ese periodo) y la empresa ha recomprado el 15,3% de sus propias acciones. Como resultado, el beneficio por acción ha aumentado espectacularmente, como puede verse a continuación.

Fuente: MarketScreener

A estos sólidos elementos financieros hay que añadir la fuerte influencia de Cintas en su mercado, su relativo control de precios con los clientes, su excelente visibilidad en los próximos ejercicios, la calidad de su balance, el hecho de que haya superado sistemáticamente a sus competidores y el hecho de que haya sido capaz de aumentar el precio de sus acciones. la calidad de su balance, el hecho de haber superado sistemáticamente las expectativas de los analistas y, por último, su sólida base de clientes, con más de un millón de empresas atendidas y ningún cliente que represente más del 1% de las ventas totales.

El índice de sorpresa mide en qué medida la empresa supera las estimaciones de los analistas. Siempre ha sido positivo en los últimos trimestres 

Fuente: MarketScreener con S&P Global

Todo ello justifica una valoración elevada, aunque haya superado las normas históricas de la empresa desde la pandemia. Cintas cotiza ahora a 46 veces los beneficios, más de 7 veces las ventas y casi 50 veces el flujo de caja libre. Evidentemente es muy alto, pero quizá no demasiado. En un contexto de grandes cambios tecnológicos, con la aparición de la IA y los cambios en los tipos de interés, los inversores se están decantando por empresas de calidad cuyo modelo de negocio no está siendo cuestionado por los acontecimientos actuales.

El S&P500 frente al índice Cintas desde 2009, tras la crisis financiera