MADRID (Reuters) - Veintiséis personas han sido detenidas por explotar pozos ilegales para cultivar frutas tropicales como aguacates y mangos en el sur de España en un contexto de sequía prolongada, informó el martes la policía.

Durante una investigación de cuatro años, las autoridades descubrieron más de 250 pozos, perforaciones y estanques ilegales en la zona de la Axarquía, en Andalucía, azotada por la sequía desde 2021.

España es el mayor productor europeo de frutas tropicales, que requieren grandes volúmenes de agua. Los productores estiman que la producción de aguacate caerá un 25% este año debido a las altas temperaturas y la falta de agua.

Los sospechosos están siendo investigados por apropiación indebida de aguas públicas y presunto uso fraudulento de agua para el riego de cultivos subtropicales, informó la policía.

La policía no dio detalles sobre si entre los detenidos había cultivadores comerciales o agricultores de subsistencia.

La falta de lluvias ha puesto la gestión del agua en el punto de mira en España, sobre todo en torno al humedal de Doñana, un santuario de la vida salvaje que está también en Andalucía y se encuentra en peligro por el cambio climático y el riego ilegal en explotaciones de fresas cercanas.

España experimentó el mes de abril más seco y cálido desde que hay registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). El nivel medio de agua en los embalses de Cataluña y Andalucía --las zonas más afectadas-- se sitúa en torno al 25%.

En Cataluña, en el noreste de España, los agricultores protagonizaron el martes una protesta con sus tractores en varias ciudades y exigieron ayuda gubernamental para hacer frente al impacto de la sequía.

El sindicato agrario Unió de Pagesos está presionando a las autoridades para que proporcionen subvenciones, así como incentivos fiscales y laborales y mejoras urgentes de la red para garantizar un suministro mínimo de agua a los agricultores.

El agricultor Josep Andreu Cortina, de 35 años, dijo a Reuters que preveía que sólo alrededor del 2% de su producción fuera apta para la venta este año debido a la escasez de agua.

"Venimos aquí para quejarnos de la sequía, que no se toman medidas para ayudar a un sector que depende tanto de otros sectores", dijo durante una protesta en la ciudad de Lleida, a unos 150 km de Barcelona.

"Se tendría que ayudar ahora, (impulsar) una medida de impacto para acabar de recoger lo que tenemos", añadió.

(Información de Emma Pinedo en Madrid, Albert Gea en Lleida y Joan Faus en Barcelona; editado en español por Flora Gómez)