Las tribulaciones del periodo 2016-2018, marcado por la desconfianza de los analistas, un déficit de explotación acumulado de 2.000 millones de euros y unas cuotas de mercado que han tocado techo en el mercado nacional, parecen haber quedado atrás. 

Como de costumbre, podría decirse, el grupo de Xavier Niel ha acallado las críticas gracias a una exitosa internacionalización y, en Francia, a un acelerado lanzamiento de la fibra. 
Como resultado, el número de abonados en Europa se ha más que duplicado en los últimos cinco años, lo que convierte a Iliad en el sexto operador europeo. 

Los ingresos crecerán un 6,4% en 2022, la tasa más alta entre sus homólogos del viejo continente. En la década 2012-2022, Iliad ha crecido a una impresionante tasa anualizada del 10,5%. Esto supera los resultados de Altice y Orange, ambos en declive. 

Los mercados francés y polaco son muy rentables -el primero debido a la huella histórica, el segundo porque el sector está consolidado y la inversión es actualmente limitada-, mientras que Italia pronto debería alcanzar el punto de equilibrio. 

La dinámica de contratación sigue siendo excelente en todas partes, tanto en Francia como en Polonia e Italia, tanto en móvil como en fibra. El flujo de tesorería libre alcanzó los 1.100 millones de euros procedentes de las actividades de explotación, es decir, 1.300 millones de euros incluyendo los dividendos recibidos de las filiales no consolidadas. 

Este gran éxito comercial y estratégico no debe hacernos olvidar la naturaleza hiperintensiva en capital del negocio, y la desigual capacidad de generación de ingresos que inevitablemente se deriva.
 
Iliad ha generado 2.000 millones de euros de beneficios acumulados en efectivo durante la última década, todos los cuales se han devuelto en dividendos. Los 4.500 millones de euros invertidos en adquisiciones han requerido, por tanto, un crecimiento sustancial de la deuda. 

La deuda neta ha alcanzado los 11.000 millones de euros, o, según la dirección, a la que habrá que tomar la palabra en este asunto -es un riesgo-, x3,2 el EBITDA ajustado tras la fusión de los operadores polacos Play y UPC, que no se refleja plenamente en las cuentas anuales, ya que está en marcha desde el pasado mes de abril. 

La refinanciación de esta deuda - que se encuentra a un coste medio notablemente bajo, del 3,8% - centrará la atención de Iliad en los próximos trimestres. Las fechas importantes de reembolso -6.500 millones de euros en total- se concentran entre 2024 y 2026.   

En vísperas de una subida de los tipos de interés en Europa, algunos señalarán que podría ser muy mal momento. Los observadores más optimistas argumentarán que el operador ya lo ha visto todo antes y que, después de todo, se trata de un reto menor.