NIPPON STEEL CORPORATION Se esperaba que la aprobación de la Comisión Europea fuera una formalidad, pero en Estados Unidos el acuerdo se enfrenta a la resistencia de varios legisladores preocupados por la seguridad nacional y del sindicato de U.S. Steel, preocupado por la pérdida de puestos de trabajo.
Mientras que el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha dicho que U.S. Steel, con sede en Pensilvania, debe seguir siendo de propiedad nacional, el favorito republicano para la carrera presidencial, Donald Trump, dijo que bloquearía el acuerdo si es elegido.
La japonesa Nippon ha intentado responder a las preocupaciones ofreciendo trasladar su sede estadounidense a Pittsburgh, donde tiene su sede U.S. Steel, y prometiendo respetar todos los acuerdos vigentes entre U.S. Steel y el sindicato United Steelworkers.
Nippon había cerrado en diciembre un acuerdo para comprar la emblemática siderúrgica de 122 años de antigüedad, imponiéndose a licitadores rivales como Cleveland-Cliffs, ArcelorMittal y Nucor.
La adquisición de U.S. Steel ayudará a Nippon, cuarto fabricante mundial de acero, a avanzar hacia los 100 millones de toneladas métricas de capacidad mundial de acero bruto.
La semana pasada, U.S. Steel dijo que el Departamento de Justicia había solicitado más detalles sobre la fusión propuesta como parte de una revisión antimonopolio.
A pesar de la creciente oposición, una abrumadora mayoría de los accionistas de U.S. Steel votó a favor del acuerdo en abril.
La empresa espera ahora que el acuerdo se cierre en el segundo semestre de 2024, frente a su plazo anterior del segundo al tercer trimestre.
La Comisión Europea dijo el lunes que autorizaba el acuerdo dadas las "limitadas posiciones de mercado de las empresas resultantes de la transacción propuesta."
Las acciones de U.S. Steel subieron un 2% en las operaciones matinales. Han perdido una cuarta parte de su valor en lo que va de año.
