Hay que recordar que la subida de los tipos de interés repercute directamente en la renta variable, cuyo principal atractivo sigue siendo su rentabilidad por dividendo.
En efecto, cuando el tipo sin riesgo -el de los bonos del Tesoro a diez años- ronda el 4%, los inversores exigen naturalmente una prima de riesgo por las acciones que pagan dividendos, que varía en función del potencial de crecimiento de las empresas subyacentes.
Para grupos como Verizon o AT&T, privados de un crecimiento no inflacionista, es natural que las valoraciones se ajusten automáticamente a la baja para garantizar rendimientos del orden del 7-9%, es decir, el tipo sin riesgo del 4% más una prima de riesgo de entre el 3% y el 5%. Nada sorprendente.
Período Fiscal: Diciembre | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | 2024 | 2025 | 2026 |
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Ventas netas 1 | 131.868 | 128.292 | 133.613 | 136.835 | 133.974 | 135.017 | 137.076 | 139.272 |
EBITDA 1 | 47.189 | 47.060 | 48.380 | 47.870 | 47.789 | 48.743 | 49.682 | 50.636 |
Beneficio operativo (EBIT) 1 | 30.378 | 28.798 | 32.448 | 30.467 | 22.877 | 30.999 | 31.875 | 32.622 |
Margen de operación | 23,04 % | 22,45 % | 24,29 % | 22,27 % | 17,08 % | 22,96 % | 23,25 % | 23,42 % |
Beneficios antes de Impuestos (EBT) 1 | 22.733 | 23.967 | 29.420 | 28.271 | 16.987 | 24.937 | 25.801 | 26.621 |
Resultado Neto 1 | 19.265 | 17.801 | 22.065 | 21.256 | 11.614 | 18.768 | 19.437 | 20.187 |
Margen neto | 14,61 % | 13,88 % | 16,51 % | 15,53 % | 8,67 % | 13,9 % | 14,18 % | 14,49 % |
BPA 2 | 4,650 | 4,300 | 5,320 | 5,060 | 2,750 | 4,480 | 4,658 | 4,901 |
Free Cash Flow 1 | 17.807 | 23.600 | 19.253 | 14.054 | 18.708 | 18.708 | 19.285 | 19.855 |
Margen FCF | 13,5 % | 18,4 % | 14,41 % | 10,27 % | 13,96 % | 13,86 % | 14,07 % | 14,26 % |
FCF Conversión (EBITDA) | 37,74 % | 50,15 % | 39,8 % | 29,36 % | 39,15 % | 38,38 % | 38,82 % | 39,21 % |
FCF Conversion (Resultado Neto) | 92,43 % | 132,58 % | 87,26 % | 66,12 % | 161,08 % | 99,68 % | 99,22 % | 98,36 % |
Dividendo / Acción 2 | 2,435 | 2,485 | 2,535 | 1,932 | 2,635 | 2,685 | 2,736 | 2,776 |
Fecha de publicación | 30/1/20 | 26/1/21 | 25/1/22 | 24/1/23 | 23/1/24 | - | - | - |
Fuente: MarketScreener
A esto hay que añadir el escándalo de los cables de plomo tendidos por estos operadores en el último siglo, y el riesgo de acciones judiciales por incumplimiento de la normativa medioambiental: el asunto podría costar caro a las dos telecos.
Estos acontecimientos han devuelto los precios de las acciones de Verizon y AT&T a mínimos históricos -niveles no alcanzados desde 2010 en el caso de la primera, y desde 1992 en el de la segunda- y a rentabilidades por dividendo del 8,3% y el 8,2%, respectivamente.
Todo lo que vemos aquí es una evolución muy saludable y, más que una corrección, una vuelta a niveles de valoración que son racionales dado el entorno de tipos de interés. Al fin y al cabo, las empresas de telecomunicaciones no están creciendo, mientras que sus actividades hiperintensivas en capital consumen proporciones cada vez mayores de su flujo de caja operativo.
En este sentido, no podemos esperar nada mejor de ellos que un reparto de dividendos estable en el tiempo. El flujo de caja "cash-flows" de Verizon cubre con creces el pago de dividendos, pero su deuda ha aumentado en 86.000 millones de dólares en la última década, casi tanto como el total de dividendos pagados a los accionistas en el mismo periodo.
¿Por qué este enorme aumento de la deuda? Porque, aparte de las operaciones, hemos tenido que financiar diversas obligaciones históricas, entre ellas las vinculadas al plan de pensiones. La subida de los tipos de interés debería dar un respiro en este punto, pero la experiencia demuestra que nunca se está a salvo de una sorpresa desagradable.
Fuente: MarketScreener
El caso, por ejemplo, no es muy distinto del de General Motors, que se vio abocada a la quiebra en 2008 debido principalmente a su plan de pensiones. Sin embargo, hay una diferencia con Verizon: el negocio del fabricante de automóviles era intrínsecamente cíclico, mientras que las telecos siguen dependiendo de una perfecta recurrencia de sus volúmenes de negocio; en la práctica, se han convertido en auténticos servicios públicos "utilities".
Sigue existiendo el riesgo de acciones legales relacionadas con el escándalo medioambiental de los cables de plomo. El viejo adagio bursátil nos recuerda que rara vez hay una sola cucaracha en la cocina: cuando se encuentra una, a menudo es porque hay otras escondidas detrás de los muebles. La prueba: el escándalo saltó a la prensa pocas semanas después de la primera caída de las cotizaciones bursátiles provocada por la subida de los tipos de interés.
El próximo periodo promete ser rico en novedades para las telecos estadounidenses y, por extensión, para sus homólogas europeas, en cuanto el BCE endurezca también su política monetaria. Los accionistas de Orange y Deutsche Telekom, entre otros, probablemente no se equivocarían al darlo por hecho.
Clasificaciónes Surperformance de Verizon Communications