El gobierno argentino y las compañías petroleras dijeron el sábado que están empezando a llegar cargamentos de combustible que en los próximos días deberían aliviar una escasez, después de que un repunte de la demanda provocara largas colas en las gasolineras.

Diez cargamentos de combustible importados por el gobierno están comenzando a llegar, aunque la distribución puede demorar unos días, dijo la secretaria de Energía, Flavia Royón, a una radio local, señalando que no habría aumentos abruptos de precios.

Royon atribuyó la escasez en parte al turismo durante un fin de semana largo y a los rumores de posibles subidas de precios tras las elecciones presidenciales del 22 de octubre. La segunda vuelta será el 19 de noviembre.

"Se generó una psicosis de 'hay que ir a llenar el depósito'", dijo.

Las refinerías argentinas abastecen el 80% del mercado local, mientras que el resto procede de la importación de combustible.

Las largas colas en los surtidores se han sumado a las frustraciones de los argentinos, ya sometidos a la tensión de una crisis económica con una inflación cercana al 140% y una moneda que ha perdido un 42% de su valor este año.

Las petroleras YPF, Raizen, Trafigura y Axion Energy afirmaron el sábado en un comunicado conjunto que el suministro se normalizará en los próximos días.

Entre los factores causantes de la escasez, las empresas citaron la elevada demanda, las elecciones presidenciales, el inicio de la siembra de cultivos y una dependencia de las importaciones mayor de lo habitual.

También señalaron una "demanda excesiva causada por la expectativa de escasez".

El suministro de gasóleo preocupa especialmente a los agricultores, que afirman que una escasez podría afectar al inicio de la siembra, clave para las principales cosechas de soja y maíz del país. (Reportaje de Lucila Sigal; Reportaje adicional de Walter Bianchi; Redacción de Daina Beth Solomon; Edición de David Gregorio)