Más de la mitad de la población de Zimbabue necesitará ayuda alimentaria este año tras una devastadora sequía que provocó la pérdida generalizada de las cosechas, mientras las organizaciones humanitarias buscan financiación para salvar a muchos del hambre, según se supo a última hora del martes en el gabinete del país.

Alrededor de 6 millones de personas en las zonas rurales y 1,7 millones en las urbanas necesitarán ayuda, según el Comité de Evaluación de los Medios de Subsistencia de Zimbabue (ZIMLAC).

Zimbabue es uno de los países más afectados por la sequía inducida por El Niño en el sur de África, y Zambia y Malawi también se enfrentan este año a la escasez de alimentos.

Se trata de la peor sequía de Zimbabue en 40 años, según el gobierno.

La última evaluación de las cosechas presentada al Gabinete de Zimbabue también revisó al alza el déficit de producción de maíz de Zimbabue hasta el 77% respecto a las predicciones de la semana pasada.

"Se estima una reducción del 77% de la producción hasta 744.271 toneladas métricas para la temporada de verano 2023/2024, lo que indica un déficit importante tanto para alimentos como para piensos", según un informe del gabinete.

Un consorcio local de molineros privados planea importar 1,4 millones de toneladas métricas de maíz blanco y amarillo de Brasil y otros países para cubrir el déficit alimentario.

Las Naciones Unidas y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han pedido ayuda financiera para salvar a millones de personas del hambre.

Se produce después de que el gobierno solicitara 2.000 millones de dólares en ayuda alimentaria a los bienhechores y donantes.

Zimbabue no consigue alimentarse desde el año 2000, cuando el ex presidente Robert Mugabe dirigió unas reformas agrarias que interrumpieron la producción, mientras que el cambio climático ha empeorado la capacidad del país para cultivar suficientes alimentos.