Las inundaciones y los corrimientos de tierras en todo Kenia han causado la muerte de 179 personas desde marzo, y cientos de miles se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según informó el gobierno el miércoles, al tiempo que docenas más perdían la vida en los países vecinos Tanzania y Burundi.

Las lluvias torrenciales y las inundaciones han destruido viviendas, carreteras, puentes y otras infraestructuras en toda la región. El número de muertos en Kenia supera al de las inundaciones provocadas por el fenómeno meteorológico El Niño a finales del año pasado.

Las lluvias del año pasado se produjeron tras la peor sequía en grandes zonas de África oriental en décadas.

En Kitengela, a 33 km (20 millas) de Nairobi, los trabajadores de la Cruz Roja de Kenia ayudaban a rescatar a los residentes cuyas casas habían quedado abandonadas por las aguas de las inundaciones.

También intentaban rescatar a los turistas atrapados en los campamentos de Narok, a 215 km de Nairobi, según informó la Cruz Roja de Kenia en X.

La autoridad de carreteras de Nairobi dijo que había cerrado un tramo de una autopista que conduce a la ciudad y al menos otras tres carreteras en todo el país debido a las inundaciones y a los escombros.

La catástrofe hizo que el Papa Francisco se solidarizara con los kenianos durante una audiencia general celebrada el miércoles en el Vaticano.

"Deseo... expresar al pueblo de Kenia mi cercanía espiritual en estos momentos en que las graves inundaciones se han cobrado trágicamente la vida de muchos de nuestros hermanos y hermanas, han herido a otros y han causado una destrucción generalizada", dijo.