El gobierno laborista de Australia expuso el jueves una estrategia para impulsar el desarrollo del gas natural incluso mientras mantiene su compromiso de lograr cero emisiones netas de carbono para 2050, destacando la demanda de los principales socios comerciales asiáticos.

Australia es uno de los mayores exportadores mundiales de gas natural licuado (GNL), y la ministra de Recursos, Madeline King, afirmó que el gas será necesario "hasta 2050 y más allá" en el cambio global hacia energías más limpias.

"Está claro que necesitaremos una exploración, una inversión y un desarrollo continuados en el sector para apoyar el camino hacia el cero neto para Australia y para nuestros socios exportadores, y para evitar un déficit en el suministro de gas", declaró, al lanzar la Estrategia Futura del Gas del gobierno.

Australia suministró alrededor de una quinta parte del GNL mundial enviado el año pasado, con los mayores proyectos a cargo de Chevron y Woodside Energy Group en Australia Occidental, con sus mayores clientes en China, Japón y Corea del Sur.

El gobierno de centro-izquierda ideó la nueva estrategia tras enfrentarse a las críticas por una serie de medidas a corto plazo que adoptó para impulsar el suministro nacional de gas y hacer bajar los precios de la energía, que se dispararon en 2022 a raíz de la guerra de Rusia contra Ucrania.

El plan establece formas de reducir las emisiones de Australia, como arrendar más superficie en alta mar para la captura y el almacenamiento de carbono, al tiempo que fomenta el desarrollo de nuevos yacimientos de gas, incluido el endurecimiento de las disposiciones de "úselo o piérdalo" en los arrendamientos existentes.

Se produce en un momento en que Woodside y Santos luchan contra los ecologistas que se oponen a los proyectos de gas que están desarrollando frente al noroeste de Australia, mientras que otras empresas más pequeñas se enfrentan a los opositores a la perforación de gas de esquisto en el Territorio del Norte.

"La estrategia también deja claro que no podemos confiar en que las inversiones pasadas nos ayuden en las próximas décadas, a medida que se agoten los yacimientos existentes", afirmó King en una columna publicada el jueves en el Australian Financial Review.

"Eso significará un compromiso continuado con la exploración, y una apertura a los tipos de inversión extranjera que han ayudado a convertir la industria en la potencia que es hoy".

El anuncio fue bien acogido por los productores de energía, pero criticado por los defensores de las energías renovables y los ecologistas.

"La Estrategia Futura del Gas anunciada hoy promueve un plan temerario para abrir nuevas cuencas industriales de gas que dañarán la tierra, el agua y las comunidades", declaró en un comunicado Carmel Flint, coordinadora nacional del grupo ecologista Lock the Gate.