JOHANNESBURGO, 8 dic (Reuters) - Thabsie Mabezane, mujer trans y activista LGBTQ+ en Sudáfrica, era consciente de su seguridad personal cuando conoció a un hombre en la aplicación de citas Tinder a principios de este año.

Le dijo que prefería quedar en un espacio público y no en su casa. Sin embargo, mientras esperaba en el punto de encuentro en Johannesburgo, se detuvo un automóvil sin matrícula del que salió un hombre armado que la obligó a subir al vehículo.

Mabezane dijo que la llevaron a un edificio abandonado donde sus secuestradores le exigieron que llamara a unos amigos y les pidiera que le enviaran dinero, dijo a Reuters. Una de las personas a las que llamó, que es curandera tradicional, consiguió convencer a la banda de que la dejara marchar sin pagar rescate, tras retenerla durante varias horas.

Mabezane no denunció el incidente porque temía que no la creyeran.

Tinder afirmó que anima a los usuarios a denunciar cualquier delito a las policías locales y que cuenta con un equipo especializado que cooperaría con ellas para ayudar a hacer justicia. También dijo que ofrece mecanismos de denuncia a través de la app y que trabaja para detectar indicios de fraude y revisar perfiles sospechosos.

"La seguridad de nuestros miembros es de la máxima importancia", afirmó un portavoz de Tinder.

Casos como el de Mabezane van en aumento en Sudáfrica y han suscitado un debate sobre cómo proteger a los usuarios de aplicaciones de citas de secuestros y extorsiones. La policía y los activistas afirman que las personas LGBTQ+ suelen ser blanco de ataques por odio e intolerancia.

"El Servicio de Policía de Sudáfrica (SAPS, por sus siglas en inglés) ha observado una tendencia de los delincuentes a atacar a personas desprevenidas en las redes sociales, incluidas las aplicaciones de citas", dijo Athlenda Mathe, portavoz nacional del SAPS.

"Hemos detenido y desarticulado algunos sindicatos (bandas) que tenían como objetivo a la comunidad de gays y lesbianas", dijo Mathe.

Vision Tactical, una empresa de seguridad local, ha pedido que se prohíba la aplicación de citas Grindr en Sudáfrica debido al "alarmante aumento" de incidentes en los que hombres homosexuales han sido atraídos a lugares donde fueron agredidos físicamente, robados y retenidos como rehenes.

En un caso destacado, en septiembre, un estudiante de 18 años fue secuestrado en Johannesburgo tras conocer a alguien en Grindr. Más tarde fue rescatado y se detuvo a siete sospechosos, según la policía.

"En Grindr somos muy conscientes de esta situación tan preocupante", dijo a Reuters un portavoz de la empresa, refiriéndose a los secuestros de personas que habían utilizado la aplicación para concertar citas.

Grindr ha integrado una serie de funciones de seguridad en la aplicación, como una función de videollamada que permite parcialmente a los usuarios verificar que la persona con la que están hablando es la que dice ser antes de quedar y ha emitido una advertencia de seguridad que los usuarios de Sudáfrica reciben a diario.

"Seguimos estudiando nuevas soluciones a esta crisis con socios locales", dijo el portavoz.

Algunos activistas afirmaron que prohibir Grindr marginaría aún más a la comunidad LGBTQ+.

"No creo que sea necesario prohibir Grindr. Eso significa que las personas heterosexuales pueden usar estas aplicaciones y pueden pasar buenos ratos y buenos momentos encontrando el amor, pero si eres 'queer' u homosexual no puedes", afirmó Mabezane, víctima de secuestro.

"Ahí hay un problema de igualdad".

(Reporte de Thando Hlophe; reporte adicional y escrito por Nellie Peyton; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)