Malasia planea introducir la "diplomacia del orangután" en sus relaciones con los principales países importadores de aceite de palma, ofreciendo a los animales como regalos comerciales en un esfuerzo por disipar las preocupaciones sobre los efectos medioambientales del cultivo de esta materia prima.

El plan, comparado con la "diplomacia del panda" de China por el ministro de materias primas, llega después de que la Unión Europea aprobara el año pasado la prohibición de importar materias primas vinculadas a la deforestación, lo que podría perjudicar al aceite de palma, utilizado en todo tipo de productos, desde pintalabios hasta pizzas.

Malasia, segundo productor mundial de aceite de palma después de Indonesia, ha afirmado que la ley es discriminatoria y tiene como objetivo proteger el mercado de semillas oleaginosas de la UE.

Como parte de una estrategia diplomática, Malasia ofrecerá regalos de orangutanes a sus socios comerciales, en particular a los grandes importadores como la UE, India y China, según declaró el ministro de Plantaciones y Materias Primas, Johari Abdul Ghani.

"Esto demostrará a la comunidad mundial que Malasia está comprometida con la conservación de la biodiversidad", declaró Johari en la plataforma de medios sociales X a última hora del martes.

"Malasia no puede adoptar un enfoque defensivo en la cuestión del aceite de palma", añadió.

"En su lugar, tenemos que demostrar a los países del mundo que Malasia es un productor sostenible de aceite de palma y que está comprometida con la protección de los bosques y la sostenibilidad medioambiental".

No se dispuso de inmediato de más detalles sobre el plan.

En su página web, el grupo conservacionista WWF afirma que la especie, que se distingue por su pelaje rojo y cuyo nombre significa "hombre del bosque" en malayo, se encuentra en peligro crítico, con una población de menos de 105.000 ejemplares en la isla de Borneo.