Los familiares de los 44 trabajadores de la construcción atrapados bajo un edificio derrumbado en la ciudad sudafricana de George se enfrentaron el jueves a un cuarto día de angustiosa espera mientras la maquinaria pesada trabajaba en el lugar en una carrera contrarreloj para encontrar algún superviviente.

De las 81 personas que se encontraban en la obra cuando el lunes se derrumbó el edificio de cinco plantas, se ha confirmado que ocho han muerto y 29 están vivas, 16 de ellas en estado crítico, según las últimas cifras del ayuntamiento de George.

Las identidades de los desaparecidos no se han hecho públicas, pero una lista de nombres circulaba entre los grupos de familiares que se han congregado en el lugar desde el lunes, desesperados por tener noticias de sus seres queridos, informó la emisora estatal SABC.

Se podía ver una máquina excavadora retirando losas rotas de hormigón del edificio derrumbado, ahora un caótico montón de mampostería y refuerzos de acero retorcidos. Se habían traído perros rastreadores para registrar el lugar.

El drama ha provocado una oleada de solidaridad en George, con empresas locales proporcionando equipos y voluntarios instalando puestos de café para los familiares que esperaban y los trabajadores de rescate.

Los equipos de rescate habían estado escuchando a supervivientes atrapados, dijo el martes un funcionario de gestión de catástrofes, pero no ha habido más actualizaciones al respecto desde entonces.

Aún no se han establecido las causas del derrumbe. El presidente Cyril Ramaphosa ha pedido una investigación.