ESTOCOLMO, 7 feb (Reuters) - La fiscalía sueca ha anunciado este miércoles que abandonará la investigación sobre las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 y entregará las pruebas descubiertas a los investigadores alemanes.

"La conclusión de la investigación es que la jurisdicción sueca no es aplicable y que, por tanto, la investigación debe cerrarse", dijo la Fiscalía sueca en un comunicado.

Los gasoductos Nord Stream, que costaron miles de millones y que transportan gas ruso a Alemania por debajo del mar Báltico, se rompieron por una serie de explosiones en las zonas económicas sueca y danesa en septiembre de 2022, liberando grandes cantidades de metano en el aire.

La policía danesa ha declarado que los gasoductos fueron alcanzados por potentes explosiones y los investigadores suecos han confirmado que los restos de explosivos hallados in situ demostraban de forma concluyente que se había producido un sabotaje.

Suecia, Dinamarca y Alemania iniciaron investigaciones separadas sobre las explosiones del Nord Stream, cada una de ellas controlando estrictamente la información. Las investigaciones danesa y alemana siguen en curso.

"En el marco de esta cooperación jurídica, hemos podido entregar material que puede utilizarse como prueba en la investigación alemana", declaró la fiscalía sueca.

Tras una amplia investigación, los fiscales suecos concluyeron que no había nada que indicara que Suecia o ciudadanos suecos estuvieran implicados en el ataque, que tuvo lugar "en aguas internacionales".

"En el contexto de la situación que tenemos ahora, podemos afirmar que la jurisdicción sueca no es aplicable", dijo el fiscal Mats Ljungqvist en un comunicado.

Rusia ha culpado a Estados Unidos, Reino Unido y Ucrania de las explosiones, que la han aislado en gran medida del lucrativo mercado europeo. Estos países han negado su implicación.

El Washington Post y el diario alemán Der Spiegel publicaron en noviembre que un alto cargo militar ucraniano coordinó el ataque al gasoducto y dirigió un equipo de seis personas, citando fuentes anónimas en Ucrania y Europa.

Si no se encuentran pruebas concluyentes en ninguna de las investigaciones pendientes, el misterio que se esconde tras uno de los actos de sabotaje de infraestructuras más importantes de la historia moderna podría quedar sin resolver.

(Información de Anna Ringstrom, Johan Ahlander y Niklas Pollard en Estocolmo, Stine Jacobsen en Copenhague, Nora Buli en Oslo y Nerijus Adomaitis en Londres; editado por Terje Solsvik y Philippa Fletcher; editado en español por Javi West Larrañaga)