La cuestión ha adquirido una nueva urgencia desde que el mes pasado un piloto de Alaska Airlines fuera de servicio fuera acusado de intentar desactivar los motores de un avión en vuelo y dijera después a la policía que sufría una crisis nerviosa.

El jueves, la FAA dijo que también trabajaría para abordar las recomendaciones no cumplidas de un informe de julio de la oficina del inspector general sobre la salud mental de los pilotos.