Las personas portadoras de dos copias del gen APOE4 tienen prácticamente garantizado el desarrollo de Alzheimer y la aparición de síntomas a una edad más temprana, según informaron el lunes investigadores en un estudio que podría redefinir a dichos portadores como poseedores de una nueva forma genética de la enfermedad que consume la mente.

La reclasificación podría cambiar la investigación, el diagnóstico y los enfoques de tratamiento del Alzheimer, según los investigadores, cuyo estudio se publicó en la revista Nature Medicine.

"A través de estos datos estamos diciendo que quizá se trate de una forma genética de esta enfermedad, y no simplemente de una indicación de un factor de riesgo", declaró a la prensa en una reunión informativa Sterling Johnson, coautor del estudio y del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Wisconsin.

Los científicos saben desde hace tres décadas que las personas con dos copias de la variante del gen APOE4 tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad que las personas con la versión más común del gen APOE, conocida como APOE3. Aproximadamente entre el 2% y el 3% de la población general, o el 15% de las personas con Alzheimer, tienen dos copias de la variante APOE4.

"Este estudio añade datos convincentes que sugieren que las personas con dos copias de este gen tienen casi garantizado el desarrollo del alzhéimer si viven lo suficiente, y que desarrollarán el alzhéimer antes que las personas sin este gen", afirmó la profesora Tara Spires-Jones, investigadora sobre el alzhéimer en la Universidad de Edimburgo que no participó en el estudio.

El Dr. Juan Fortea, de la Universidad de Barcelona, y sus colegas estudiaron más de 3.000 cerebros donados por el Centro Nacional de Coordinación del Alzheimer de EE.UU., así como datos biológicos y clínicos de más de 10.000 individuos de tres países.

Descubrieron que, a la edad de 65 años, al menos el 95% de las personas con dos copias de APOE4 -conocidas como homocigotas- presentaban niveles anormales de una proteína relacionada con el Alzheimer llamada beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo, y el 75% tenían escáneres cerebrales positivos para amiloide.

Casi todos los homocigotos APOE4 del estudio tenían niveles más altos de amiloide a los 65 años que las personas que no eran portadoras de la variante de riesgo.

Los hallazgos sugieren que los homocigotos APOE4 cumplen los tres criterios principales para ser una enfermedad genética: casi todas las personas con estas dos variantes tienen biología de Alzheimer; desarrollan síntomas aproximadamente al mismo ritmo; y los cambios clínicos y biológicos se producen en una secuencia predecible, señalaron los investigadores.

El profesor David Curtis, del Instituto de Genética de la UCL, que no participó en la investigación, siguió sin estar convencido. "No veo nada en este trabajo que justifique la afirmación de que ser portador de dos copias de APOE4 represente alguna 'forma genética distinta' de la enfermedad de Alzheimer", afirmó en un comunicado.

"No importa cuántas (copias) de APOE4 se lleven, los procesos patológicos subyacentes parecen similares en todos los casos de enfermedad de Alzheimer", afirmó.

IMPLICACIONES DEL TRATAMIENTO

Los hallazgos podrían tener implicaciones para el tratamiento contra el Alzheimer recientemente aprobado Leqembi de Eisai y Biogen, un fármaco que elimina el amiloide del cerebro.

En los ensayos clínicos, los pacientes con dos copias de la variante APOE4 presentan tasas mucho más elevadas de hemorragias cerebrales e inflamación asociadas al tratamiento. Debido a ello, algunos centros no tratan a estos pacientes, dijo en una reunión con periodistas la Dra. Reisa Sperling, investigadora del Alzheimer en el Mass General Brigham que trabajó en el estudio.

Los hallazgos sugieren que deberían ser tratados a una edad más temprana porque "sabemos que es muy, muy probable que progresen hacia el deterioro rápidamente", dijo.

El Dr. Samuel Gandy, investigador del Alzheimer en el Mount Sinai de Nueva York, dijo que los hallazgos subrayan la necesidad de inscribir a los homocigotos APOE4 en ensayos diseñados para prevenir la enfermedad antes de que desarrollen síntomas. Sperling está llevando a cabo uno de esos ensayos.

Heather Snyder, de la Asociación de Alzheimer, dijo que los hallazgos, si son correctos, podrían tener implicaciones significativas sobre cómo se evalúa el riesgo de la enfermedad, cómo se estudia en los ensayos clínicos y cómo se desarrollan los tratamientos.

La nueva designación sería para el Alzheimer que se desarrolla más tarde en la vida. Otras formas genéticas son la enfermedad de Alzheimer autosómica dominante, causada por mutaciones en tres genes diferentes, y el síndrome de Down.

Una limitación clave del estudio es que incluyó sobre todo a personas de ascendencia europea. El equipo afirmó que se necesitan más estudios en personas de ascendencia africana, una población en la que el APOE4 parece transmitir un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer. (Reportaje de Julie Steenhuysen Edición de Bill Berkrot)