La valoración bursátil del especialista en chips de memoria DRAM y NAND, en oligopolio con Samsung y SK Hynix, ha caído un tercio desde el pico de la euforia especulativa que se apoderó del sector de los semiconductores durante la pandemia. 

La caída es brutal, pero más suave que la realidad operativa: Micron, que publicó ayer sus resultados anuales, registró una caída de las ventas del 49% con respecto al ejercicio anterior.

De un beneficio de explotación de 9.700 millones de dólares, el grupo ha pasado a una pérdida seca de 5.700 millones en el espacio de tan sólo doce meses. Otro motivo de preocupación es que, a pesar de esta caída libre de la actividad, la deuda neta se duplica y las existencias se acumulan en el balance.

Curiosamente, esta preocupante evolución no ha impedido al grupo devolver 929 millones de dólares a sus accionistas mediante dividendos y recompra de acciones. No cabe duda de que hay motivos para cuestionar la sensatez de tal decisión.

Comparada a veces con un "royalty del comercio electrónico y el streaming" por el hecho de que casi un tercio de la inversión total en un nuevo centro de datos se destina a equipos de memoria -un elemento que, por cierto, se presta sin duda a un examen más minucioso-, Micron Technology se había convertido en un auténtico "hotel de fondos de cobertura".

Sabemos cómo suelen acabar este tipo de auges, y cómo siempre es más prudente fijarse en las tendencias a largo plazo, incluso seculares, que en las coyunturas a corto plazo. Porque más allá de los adagios bien dichos, la ley fundamental de los mercados financieros sigue siendo la del inevitable retorno a la media.

Clasificaciónes Surperformance de Micron Technology, Inc