Japón aspira a convertirse en el quinto país en poner una nave espacial en la Luna cuando intente un alunizaje de precisión el viernes, en lo que supondría un impulso para un programa espacial que ha sufrido una oleada de contratiempos y se ha visto eclipsado por su rival China.

Apodada el "francotirador lunar", la sonda de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) intenta alunizar a menos de 100 metros de su objetivo, una tecnología que, según la JAXA, no tiene precedentes y es esencial en la búsqueda de agua lunar y de habitabilidad humana.

Japón busca cada vez más desempeñar un papel más importante en el espacio, asociándose con su estrecho aliado Washington para responder al poderío militar y tecnológico de China, incluso en el espacio. Japón cuenta con varias empresas espaciales del sector privado y pretende enviar un astronauta a la Luna como parte del programa Artemis de la NASA.

Pero la JAXA se ha enfrentado a múltiples contratiempos, entre ellos el fracaso del lanzamiento en marzo del nuevo cohete insignia H3 que pretendía igualar la competitividad de costes frente a proveedores de cohetes comerciales como SpaceX.

La sonda Smart Lander for Investigating Moon (SLIM) de JAXA iniciará una fase de aterrizaje de 20 minutos en su misión unidireccional a partir de la medianoche del sábado (1500 GMT del viernes), intentando posarse en un lugar objetivo del tamaño aproximado de dos pistas de atletismo en la ladera de un cráter situado justo al sur del ecuador lunar.

"Ninguna otra nación ha logrado esto. Demostrar que Japón dispone de esta tecnología nos aportaría una enorme ventaja en próximas misiones internacionales como Artemis", declaró Shinichiro Sakai, director del proyecto SLIM de JAXA.

En agosto, la nave india Chandrayaan-3 realizó un histórico aterrizaje en el polo sur de la Luna, una gran proeza tecnológica dado lo accidentado del terreno, que pone de relieve el ascenso de India como actor principal en el espacio.

JAXA subraya que su tecnología de alta precisión se convertirá en una poderosa herramienta en la futura exploración de los accidentados polos lunares, vistos como una fuente potencial de oxígeno, combustible y agua. Japón también planea una exploración polar lunar no tripulada conjunta con India en 2025.

"Para el desarrollo de proyectos lunares, Japón no puede superar a EE.UU., China o India en términos de recursos", afirmó Kazuto Saiki, profesor de la Universidad de Ritsumeikan que desarrolló la cámara de infrarrojo cercano de SLIM que analizará las rocas lunares tras el alunizaje.

"Deberíamos centrarnos en construir tecnologías codiciadas como el alunizaje y las cámaras de infrarrojo cercano que los proyectos de exploración en el extranjero se esforzarán por adoptar".

JAXA ha alunizado en dos ocasiones en pequeños asteroides, pero un alunizaje es mucho más difícil debido a su gravedad, como se ha visto en varios fracasos recientes.

El año pasado, una sonda de la startup japonesa ispace inc se estrelló contra la superficie lunar, y la rusa Luna 25 hizo lo propio. Un módulo de aterrizaje de la startup estadounidense Astrobotic sufrió la semana pasada una fuga de combustible que le obligó a abandonar un intento de aterrizaje.

"Los errores ocurren, pero Japón es una potencia espacial muy experimentada: ha llevado a cabo operaciones espaciales muy complicadas durante muchos años", afirmó Bleddyn Bowen, profesor asociado de la Universidad de Leicester especializado en política espacial.

"No es tan grande como Estados Unidos o la Unión Soviética de antaño o la China actual en términos de escala, pero en términos de capacidad y nichos de tecnologías avanzadas, Japón siempre ha estado ahí".

El aterrizaje de precisión de SLIM "no cambiará las reglas del juego", pero su demostración y la fabricación de sondas ligeras que Japón ha perseguido podrían abrir las puertas de la Luna a organizaciones espaciales de todo el mundo al reducir el coste de cada misión, añadió Bowen.

JAXA afirma que se tardará hasta un mes en verificar si SLIM ha alcanzado los objetivos de alta precisión tras el aterrizaje.

Al aterrizar, SLIM también desplegará dos minisondas -un vehículo saltarín del tamaño de un horno microondas y un vehículo explorador con ruedas del tamaño de una pelota de béisbol- que tomarán fotografías de la nave espacial. El gigante tecnológico Sony Group, el fabricante de juguetes Tomy y varias universidades japonesas han desarrollado conjuntamente los robots. (Reportaje de Kantaro Komiya; Reportaje adicional de Irene Wang; Edición de David Dolan y Nick Macfie)