Las acciones europeas abrieron a la baja el viernes y van camino de registrar pérdidas semanales, ya que la preocupación por que los tipos de interés sigan subiendo en todo el mundo durante más tiempo y las menguantes perspectivas de crecimiento en China martillearon el sentimiento de riesgo.

A las 0703 GMT, el índice paneuropeo STOXX 600 perdía un 0,5% y se encaminaba a su cuarto día consecutivo de pérdidas, si se mantiene la tendencia.

El aumento de los rendimientos de los bonos ha presionado a la renta variable esta semana, y el STOXX 600 se encamina a una caída semanal cercana al 2%.

La economía china fue el otro tema en la mente de los inversores, ya que una serie de datos económicos y los descalabros en el sector inmobiliario han dejado al descubierto el tropiezo de la recuperación tras la pandemia.

Las acciones de los pesos pesados del lujo LVMH, Kering y Hermes, expuestos a China, cayeron entre un 0,6% y un 1,2% por la mayor preocupación ante el débil crecimiento económico de la segunda economía mundial.

El asediado promotor inmobiliario China Evergrande Group solicitó la protección por bancarrota en un tribunal estadounidense como parte de uno de los mayores ejercicios de reestructuración de deuda del mundo.

Las mineras europeas, que también se enfrentan a una exposición a China, cayeron un 1,1% en las primeras operaciones.

El índice británico FTSE 100 cayó un 0,6% después de que los datos mostraran que las ventas minoristas británicas cayeron más de lo esperado en julio.

Entre los valores individuales, SUSE, que cotiza en Fráncfort, se disparó un 58% después de que el proveedor de soluciones de software dijera que sería adquirido por su accionista mayoritario EQT AB a un precio de oferta de 16 euros por acción.